"En nuestra provincia vemos que hay una pobreza estructural cuyos síntomas son la disgregación y la violencia familiar junto al crecimiento de las adicciones", expresó el obispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic CM, en declaraciones a Radio María Argentina.
El obispo de Santiago del Estero,
monseñor Vicente Bokalic CM, afirmó que en esa provincia "hay una pobreza estructural cuyos síntomas son la disgregación y la violencia familiar junto al crecimiento de las adicciones".
El prelado advirtió que el tema de la droga en los jóvenes "afecta a Santiago como lo hace con todas las provincias del Noroeste argentino" y destacó que la Iglesia acompaña esta problemática "desde la prevención y sobre todo con los Hogares de Cristo".
"En definitiva, todo esto surge de la postergación de nuestra gente, de su falta de expectativas y del gran sentimiento de orfandad que notamos en este tiempo. Sabemos que todavía hay mucho por hacer para acompañar estas realidades", afirmó en declaraciones a Radio María Argentina.
El obispo santiagueño reconoció además que "es intenso el trabajo" que se viene realizando en el tema de adicciones con los hermanos evangélicos y con los integrantes de las ONGs barriales.
"La idea es prevenir y, si ya no es posible, acompañar en conjunto a quienes han caído en el mundo de las drogas", sostuvo, y agregó que "coordinamos todo con el gobierno provincial y con las autoridades del Sedronar nacional".
En relación con la visita ad límina que los obispos argentinos hicieron meses atrás, monseñor Bokalic dijo que "fue un momento de encuentro y de comunión eclesial muy lindo".
"Es la oportunidad que tenemos los obispos de afianzar la comunión de fe y de afecto con el Santo Padre. Las celebraciones en las cuatro basílicas romanas fueron momentos muy intensos de oración, donde tuvimos presente cada uno de los rostros de nuestras diócesis", concluyó.
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