Caso Orlandi: Los huesos en las tumbas vaticanas no son de la joven desaparecida

  • 29 de julio, 2019
  • Ciudad del Vaticano
Concluyó este domingo el proceso de análisis de los huesos recogidos en tumbas del cementerio Teutónico del Vaticano que había comenzado el 11 de julio. De acuerdo al análisis de los expertos forenses guiados por el profesor Giovanni Arcudi, y ante la presencia del perito de la familia Orlandi, ninguno de los numerosos restos óseos recogidos son de una época posterior al final del siglo XIX.
Concluyó este domingo el proceso de análisis de los huesos recogidos en tumbas del cementerio Teutónico del Vaticano que había comenzado el pasado 11 de julio. De acuerdo al análisis de los expertos forenses guiados por el prof. Giovanni Arcudi, y ante la presencia del perito de la familia Orlandi, ninguno de los numerosos restos óseos recogidos son de una época posterior al final del siglo XIX. La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó este domingo que concluyó el proceso de análisis de los huesos recogidos en tumbas del cementerio Teutónico del Vaticano que había comenzado el 11 de julio. De acuerdo al análisis de los expertos forenses guiados por el profesor Giovanni Arcudi, y ante la presencia del perito de confianza nombrado por la familia Orlandi, ninguno de los numerosos restos óseos -íntegros y en fragmentos- son de una época posterior al final del siglo XIX y por este motivo no se aceptó la solicitud de ulteriores análisis de laboratorio. Sin embargo, las muestras recolectadas permanecerán custodiadas en el Comando de la Gendarmería vaticana a disposición del Promotor de Justicia. Por ello, "la Santa Sede confirma su voluntad propia de búsqueda de la verdad sobre el caso de la desaparición de Emanuela Orlandi y desmiente categóricamente que esta actitud de plena colaboración y transparencia pueda significar en algún modo, como algunos han afirmado, la admisión implícita de responsabilidad", declaró este domingo la dirección de la Oficina de Prensa vaticana. Andrea Tornielli: La historia de los huesos bajo el suelo de la Nunciatura Tras la confirmación de los peritos de que los huesos hallados en el cementerio teutónico del Vaticano no responden a los de la joven italiana, Emanuela Orlandi, desaparecida hace 36 años, el director editorial del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, Andrea Tornielli, explicó la génesis de caso que causó "una fibrilación mediática considerable". Tornielli escribe en su editorial que todo comenzó "en la tarde del 26 de octubre de 2018, cuando una petición de intervención ante la Nunciatura Apostólica en Italia llegó a la oficina de la Gendarmería Vaticana". La solicitud de intervención de los gendarmes fue hecha por el ingeniero Mauro Villarini, jefe de la oficina de la APSA (Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica), a petición del subsecretario, monseñor Giuseppe Russo. En una habitación del sótano de la casa del portero, que hace parte del complejo de Villa Giorgina, durante las obras de renovación para la reconstrucción del suelo, algunos trabajadores encontraron un esqueleto humano y otros fragmentos de huesos entre los muros. El comandante de los gendarmes, Domenico Giani, había enviado inmediatamente a sus hombres. Estuvieron presentes el nuncio apostólico Paul Tscherrig, los dos consejeros de la Nunciatura y la arquitecta Annalisa Zilli, empleada de la APSA, que supervisó el trabajo confiado a una empresa. De acuerdo con los superiores de la Secretaría de Estado, el comandante de los gendarmes trajo esa misma tarde al profesor Giovanni Arcudi, uno de los principales expertos en antropología forense, profesor de medicina forense de la Universidad Tor Vergata, antiguo colaborador del Cuerpo de la Gendarmería Vaticana, quien tras un análisis morfológico inicial, consideró imposible establecer el sexo de los restos encontrados bajo el suelo, y especificó la necesidad de utilizar técnicas especializadas de disección para el esqueleto incrustado en la pared. Los locales en cuestión fueron confiscados y todo el apartamento precintado. También se pidió a la Policía Científica y al Escuadrón Móvil de la Jefatura de Policía de Roma que intervinieran y llevaran a cabo una inspección técnica inicial. Inmediatamente se informó también al Fiscal General de Roma, Giuseppe Pignatone, quien delegó la investigación en el Fiscal Adjunto Francesco Dall´Olio. El Primer Ministro ordenó que todo el material encontrado -el esqueleto y los fragmentos óseos- se analizara y conservara en el Departamento Anticrimen de la Policía Estatal. Mientras tanto, la Gendarmería Vaticana pidió la opinión del profesor Giandomenico Spinola, jefe del Departamento de Antigüedades Griegas y Romanas de los Museos Vaticanos, que en el pasado ya había realizado estudios en la zona de Villa Giorgina. Spinola, basándose en abundante documentación, señaló que Villa Giorgina fue construida en la zona de una necrópolis del final de la época republicana y de la primera época imperial romana. Ya en la década de 1920, durante la excavación de los cimientos y la construcción de la muralla del complejo, se había encontrado material relacionado con enterramientos antiguos. Las investigaciones, llevadas a cabo por la Policía Científica con datación por radiocarbono, trazaron los hallazgos óseos a un período de tiempo entre los años 90 y 230 de la era cristiana. Ante el resultado de la investigación, el Ministerio Público solicitó que se cerrara el caso por el procedimiento abierto contra desconocidos con la hipótesis de asesinato, concluyó Tornielli. +