El obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Rubén Oscar Frassia, compartió sus reflexiones sobre el episodio evangélico en el que se narra la recepción en su casa efectuada a Jesús por las hermanas Marta y María.
El obispo de Avellaneda-Lanús,
monseñor Rubén Oscar Frassia, compartió sus reflexiones sobre el episodio evangélico en el que se narra la recepción en su casa efectuada a Jesús por las hermanas Marta y María.
"Encontramos aquí -reflexionó monseñor Frassia- una actitud muy importante para todos los cristianos y también para los que no lo son: la hospitalidad, recibir al otro. Recibirlo, acogerlo, darle la bienvenida, incorporarlo a nuestras actividades cotidianas, atenderlo, ¡es muy importante!
"Como también es importante -añadió- la síntesis, porque el Evangelio no hace una competencia entre Marta y María. Marta hace lo suyo, trabaja mucho y atiende al huésped, pero María hace también lo suyo, que es escucharlo al Señor; tanto es así que queda como embelesada, muy atenta a lo que Jesús está hablando. Y en esta síntesis las dos actitudes no se expulsan, no se separan, pero sí una tiene que prevalecer ante la otra; la escucha es más que entregar cosas y eso nos pasa a todos. A veces ponemos el cuerpo físicamente, pero no ponemos el espíritu ¡y es muy importante poner el espíritu!, también el cuerpo pero primero el espíritu. "María eligió la mejor parte y no le será quitada"; hay que tener calidad de vida y calidad de respuesta; calidad de mirada y calidad de atención y disponibilidad.
Monseñor Frassia concluyó su reflexión dominical invitando a pedir al Señor "que nos abra los ojos, que nos abra el corazón para poder recibir al otro como huésped, como hermano, como amigo".+