Los jóvenes de la diócesis de Goya que realizan su formación camino al sacerdocio en el seminario interdiocesano "La Encarnación" recibieron el fin de semana a sus familias para participar de un encuentro que estuvo acompañado por el obispo diocesano, monseñor Adolfo Ramón Canecín y se llevó a cabo en la parroquia San Antonio, de Colonia Carolina.
Con la presencia del obispo de Goya,
monseñor Adolfo Ramón Canecín, los jóvenes de la diócesis que reciben su formación al sacerdocio en el seminario interdiocesano "La Encarnación" tuvieron el tradicional Encuentro de las Familias.
De la jornada, que se llevó a cabo en la parroquia San Antonio, de Colonia Carolina, participaron también el rector del seminario, presbítero Rubén Abel Taibo; el vicario general, presbítero Juan Carlos López, y el párroco local, Rubén Luis Cattay.
Se trató de una jornada fraterna entre las familias de los seminaristas, los sacerdotes, diáconos y consagrados, con el objetivo de confraternizar y celebrar el llamado de Dios a sus sacerdotes.
La misa estuvo presidida por monseñor Canecín, quien en su homilía se refirió al Año Vocacional Diocesano, y destacando el valor de las familias, lo relacionó con el lema: "¿Qué es la familia para que te fijes en ella?", preguntó. Las familias, consideró, es donde "Dios mira y de ahí surgen las vocaciones".
El prelado recordó que durante un año; además de rezar; en la diócesis se propuso "crear el clima, el espacio propicio y adecuado en lo que llamamos la ´Cultura Vocacional´ con la esperanza de que Dios nos va a regalar una primavera vocacional".
En cada celebración, el pastor diocesano recuerda que "necesitamos redescubrir la vida como un llamado constante, como vocación" porque "somos elegidos". En ese sentido, señaló: "En el origen de mi vida está el hecho de que Dios me ha querido, me quiere, y me espera. No es posible vivir razonablemente un día sin acordarse de esto".
Entre los discípulos que seguían a Jesús, eligió a doce para que estuvieran con Él y les "encarga continuar su misión", recordó. "Hoy sigue llamando al sacerdocio a hombres para entregarse radicalmente a Dios y al servicio en su Iglesia. Siguiendo su mandato han de predicar, anunciar la Fe en Cristo muerto y resucitado; santificar, unir a los fieles con Cristo, comunicarles la fuerza del Espíritu por medio de los sacramentos y dirigir, guiar a los fieles, buscar a las ovejas perdidas y mantener la unidad del rebaño" afirmó monseñor Canecín.
Concelebraron el decano presbítero Adolfo Gutiérrez, el vice canciller presbítero José Castillo, los presbíteros Pedro Pablo Ojeda, Pablo Stortti y Juan José Godoy.+