Costa Rica: La Iglesia será garante de una mesa de diálogo
- 3 de julio, 2019
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San José (Costa Rica)
Ante el clima de violencia y malestar que sacude a Costa Rica en las últimas semanas, con enfrentamientos callejeros que provocaron varios heridos, la Conferencia Episcopal de Costa Rica (Cecor) emitió un comunicado, titulado "Bienaventurados los que trabajan por la paz", en el que exhorta a buscar un diálogo constructivo. La demanda de los obispos fue escuchada por el presidente Carlos Alvarado, quien anunció este lunes la apertura de mesas de diálogo y convocó como garantes a la Iglesia Católica y otros actores.
Ante el clima de violencia y malestar que sacude a Costa Rica en las últimas semanas, con enfrentamientos callejeros que provocaron varios heridos, la Conferencia Episcopal de Costa Rica (Cecor) emitió un comunicado, titulado "Bienaventurados los que trabajan por la paz", en el que exhorta a buscar un diálogo constructivo recordando siempre "poner a la persona en el centro de todas las actividades políticas y proyectos legislativos".
Entre las demanda de los manifestantes figuran la atención a los problemas de los transportistas, pescadores, agricultores, zonas rurales, y el fortalecimiento de instituciones públicas.
Así mismo exigen el retiro de proyectos de ley que estudia el Congreso que buscan prohibir las huelgas en servicios considerados esenciales (entre estos la educación), ordenar las escalas salariales en el sector público y reducir pluses. Uno de los puntos era la salida del ministro de Educación, Edgar Mora, quien renunció el 1 de julio.
"Los diferentes sectores de la sociedad -escriben los obispos- tienen derecho a manifestarse y a ser escuchados". En este caso, "la gente pide mayor justicia social, oportunidades de empleo, una educación integral y no ideológica que respete los valores éticos y morales, una educación de calidad, una distribución más justa de la riqueza, atención a los pequeños empresarios".
Teniendo en cuenta el ambiente de descontento social en el que se encuentra la nación, los prelados recuerdan que, como pastores, "llaman la atención sobre la importancia de colocar siempre a la persona en el centro de toda actividad" y subrayan que es el momento "de iniciar en verdad un proceso de diálogo social concreto y constructivo, donde haya propuestas y se sepa a la vez escuchar, siendo conscientes de que habrá aspectos sobre los que unos y otros deberán ceder pero buscando siempre el bien común".
Asimismo, el episcopado costarricense destaca que no se puede seguir vaciando de contenido la palabra diálogo, anteponiendo intereses personales, de grupos o de poder.
"De esta manera se dejará de lado toda tentación de violencia, que bien sabemos nunca conduce a nada positivo. La paz social es fundamental, pero, para construirla se requiere de la voluntad de todos, nuestro llamado es al diálogo con las características mencionadas, y que sea pronto que se tome ese camino para no lamentarnos después".
Los prelados concluyen su comunicado, "implorando al Corazón de Jesús, para que seamos portadores de su amor transformador, en medio de la polarización y división, y que luchemos por unirnos como verdaderos hermanos".
La Iglesia garante en la mesa de diálogo
El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, anunció la apertura de mesas de diálogo con los diferentes sectores para atender sus necesidades y construir soluciones conjuntas, pero advirtió que los bloqueos tienen que acabar.
"El Gobierno tiene absoluta voluntad para el diálogo, pero los bloqueos tienen que acabar, no vamos a permitir que se siga afectando a las familias y a la producción nacional. De no ser así, el Estado actuará para despejar las vías", indicó el mandatario en un mensaje a los costarricenses sobre la situación que afronta el país.
Asimismo señaló que instruyó formar mesas de diálogo con los diferentes sectores para atender sus necesidades y construir soluciones conjuntas, y pidió que participen como observadores delegados de la Defensoría de los Habitantes, así como garantes a la Iglesia Católica y otros actores. +