Con una misa presidida por el obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Martorell, la comunidad de Eldorado celebró las fiestas patronales en honor del Sagrado Corazón de Jesús. En su homilía, recordó que "Jesús nos enseña y también nos nutre con todos los dones necesarios para que el amor de nuestros hogares sea un amor que nos haga verdaderamente felices".
El obispo de Puerto Iguazú,
monseñor Marcelo Martorell, presidió en la localidad de Eldorado una misa en el marco de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.
En su homilía, monseñor Martorell afirmó: "Del corazón abierto de Jesús, brota sangre y agua. Manantial vivo que no para de brotar derramando todas las gracias que necesitamos para realizarnos plenamente. Es la fuente de sacramentos de la que se nutre y se fortalece el Pueblo de Dios en su paso por esta vida. Por eso, al Sagrado Corazón de Jesús lo llamamos también Corazón Eucarístico de Jesús".
"El inmenso amor de Dios se hace visible y palpable en este amor misericordioso de Jesús. Es el corazón de Jesús que nos enseña a amar en todos los ámbitos de la vida pero muy especialmente en nuestra familia", señaló el obispo.
"Jesús nos enseña y también nos nutre con todos los dones necesarios para que el amor de nuestros hogares sea un amor que nos haga verdaderamente felices. Amor de esposos que se sostiene y crece en la fidelidad; amor de los hijos que se desarrollan sanamente en el buen camino sorteando los desatinos de alcohol, drogas y sexo fácil", aseguró.
Finalmente, y con afecto paternal, el prelado animó al párroco del lugar ubicado en el kilómetro 5, presbítero Gabriel Casares, a continuar junto con toda la comunidad promoviendo la adoración Eucarística.
Las celebraciones culminaron con un almuerzo comunitario con espctáculos en vivo.+