En el contexto de la apertura de la Semana Social se realizó el XXV Encuentro Nacional de Nuevos Dirigentes, programa de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social (Cepas), que impulsa la participación de los laicos en la vida pública, y que llevó por lema "Nuevos modelos de integración social frente a las amenazas del descarte".
En el contexto de la apertura de la Semana Social se realizó el XXV Encuentro Nacional de Nuevos Dirigentes, programa de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social (Cepas), que impulsa la participación de los laicos en la vida pública, y que llevó por lema "Nuevos modelos de integración social frente a las amenazas del descarte".
En el primer panel "Gestión comunitaria con lazos humanizantes", expusieron Giuliana Guzzo y Sebastián Zalimbe, moderados por Milagros Lugones. Disertaron sobre la búsqueda de consensos y un punto de encuentro que permita la inclusión de los jóvenes en la vida laboral y social. En este contexto se coincidió en el papel de la política como factor de generación de normativas y oportunidades para todos y especialmente para los más vulnerables.
En el segundo panel "Los desafíos de la dirigencia joven en los nuevos escenarios nacionales y globales, diversidad y sectores populares" se presentaron Mariana Russak (Utghra), Hugo Moyano (hijo) y coordinó Felipe Beliz.
Russak sostuvo que "previo al descarte humano, hay un descarte de creencias y valores. Este debe ser el compromiso de la nueva dirigencia: recuperar los valores como solidaridad, respeto e igualdad social". También afirmó que "para construir en conjunto es fundamental la tolerancia y la empatía".
Por su parte, Hugo Moyano (hijo) aseguró que "El desafío más grande es el futuro del trabajo" debido al impacto de las tecnologías en el mundo laboral. "Debemos sostener la centralidad del ser humano como eje del desarrollo", sostuvo, y agregó: "El avance tecnológico es muy dinámico y complejo y está cambiando el paradigma, por lo tanto, deberíamos plantearnos una respuesta inteligente en relación al fondo de la problemática desde la solidaridad y una teoría del encuentro que coloque al hombre como centralidad".
Asimismo, sostuvo la necesidad de "articular desde la unidad de los trabajadores con el conjunto de los actores de la economía social".
El auditorio estuvo colmado de jóvenes dirigentes sociales y sindicales representantes del país.
Como cierre del encuentro, Pablo Narvaja, de la Mesa de diálogo por el trabajo y la vida digna, subrayó la necesidad de "construir comunidad: la política reconstruye los lazos".
"Pensar en nueva dirigencia es pensar en una democracia que refleje la realización y los valores del pueblo", continuó Narvaja.
El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea, destacó la relevancia del Sínodo de la Amazonía convocado por el papa Francisco sobre la base de la encíclica Laudato si?.
Asimismo, recordó la frase del pontífice que asegura que "el grito del pobre es el grito de la tierra" y manifestó la necesidad que "la Iglesia pueda plantear el cambio de paradigma hacia una mirada más humanizante", además de señalar la problemática del extractivismo y sus consecuencias sobre la naturaleza.
Por último, monseñor Jorge Lugones SJ, obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Cepas, agradeció a los presentes y aseguró que "La fraternidad nos iguala".
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