"Lo más difícil es reconstruir las vidas", los cristianos perseguidos en Medio Oriente
- 1 de julio, 2019
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Buenos Aires (AICA)
La catedral armenia de Aleppo, la ciudad siria devastada por la guerra, fue restaurada y acaba de ser abierta al culto y eso tiene un buen impacto simbólico, psicológico, pero hay mucho que reconstruir, no sólo edificios. "Lo más difícil es reconstruir las vidas, el daño que ha sufrido la gente". Así se expresó el doctor Hratch Tchilingirian, sociólogo, investigador de la Universidad de Oxford, en una conferencia sobre "Guerras, extremismo religioso y desafíos que enfrenta el cristianismo en el Medio Oriente", que dio en la sede porteña de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
La catedral armenia de Aleppo, la ciudad siria devastada por la guerra, fue restaurada y acaba de ser abierta al culto y eso tiene un buen impacto simbólico, psicológico, pero hay mucho que reconstruir, no sólo edificios. "Lo más difícil es reconstruir las vidas, el daño que ha sufrido la gente."
Así se expresó el doctor Hratch Tchilingirian, sociólogo, investigador de la Facultad de Estudios Orientales de la Universidad de Oxford, en una conferencia sobre "Guerras, extremismo religioso y desafíos que enfrenta el cristianismo en el Medio Oriente", que dio el miércoles 19 de junio en la sede porteña de la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF), Juncal 1319, en el barrio de Recoleta.
Tchilingirian señaló que las comunidades cristianas en el Medio Oriente, con profundas raíces históricas, teológicas, culturales y sociales en la región, están a punto de desaparecer en las próximas décadas en las mismas tierras donde nació el cristianismo. Los cristianos fueron llamados así por primera vez en Antioquía (en el actual territorio de Siria).
En 1910 representaban el 9,5% de la población en Medio Oriente y el norte de Africa y hoy suman apenas el 3,8%. El especialista en políticas de identidad y sociología de las religiones subrayó que las comunidades cristianas son nativas de esos territorios, pero son tratadas como extranjeras, como religiones minoritarias.
El cristianismo se había establecido antes, explicó, y el Islam se expandió desde Arabia en esas tierras a partir del siglo VII. Donde ahora hay cristianos migrantes de otras regiones es en varios países del Golfo, a donde han acudido trabajadores de la India o de Filipinas.
Pero por ejemplo, el descenso de los cristianos en Irak ha sido abrupto: los que permanecen son siete veces menos que en 2003. "Hoy hay más cristianos de la iglesia asiria en el norte de Europa que en Irak", dijo.
Tchilingirian hizo notar que esta migración tiene un fuerte impacto en las comunidades cristianas, porque quienes se quedan son los más pobres; es un impacto económico pero también cultural, que hace que las iglesias, escuelas y otras instituciones sean cada vez más débiles. Por eso los patriarcas de las iglesias cristianas del Medio Oriente urgen al mundo a ayudar a los cristianos de la región a sobrevivir, necesitan creer que hay un futuro para ellos en su tierra natal.
El disertante pormenorizó la afiliación de los cristianos en distintas iglesias y confesiones de católicos ?más fuertes en el Líbano, por los maronitas-, ortodoxos, orientales ?hizo hincapié en los coptos de Egipto y otros países-, protestantes, en una región atravesada por graves conflictos y enorme desplazamiento de poblaciones. Están inmersos en un mundo islámico no secularizado ?aunque algunos Estados declaren la separación del orden político y la religión- y buscan mantener su presencia y propiedades en Israel, donde hay tirantez en la situación de Jerusalén. Observó que palestinos musulmanes e israelíes judíos negociaban en Oslo sin tener en cuenta a los cristianos.
Tchilingirian ?que dirigió programas de investigación en la Universidad de Cambridge entre 2003 y 2012- consideró que la religión es instrumentalizada y usada como cobertura para intereses políticos y económicos, y aún para propósitos criminales, criminalidad que ejemplificó en el Isis, ejército del Estado Islámico. Estimó que no es la religión lo que causa esos conflictos sino que es un relato que actúa como una cortina de humo. Tanto para el nacionalismo árabe como para regímenes autocráticos, opinó, el Islam ha sido la excusa para retener a las masas.
El estudioso, radicado en Londres, expuso en inglés, con una buena traductora. Fue presentado por la profesora Nélida Bouldgourjian, historiadora e integrante de la Fundación Memoria del Genocidio Armenio.
Organizaron la actividad el Instituto y Programa en Diversidad Cultural de la UNTREF y la Cátedra UNESCO "Estética y Sociología de la Alteridad y la Diversidad Cultural Argentina" de esa casa de estudios. (Jorge Rouillon)