En el marco del Año Vocacional Diocesano, el obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, continúa con sus visitas a las escuelas. En esta oportunidad, llegó hasta Paraje Álamo, en la zona rural, donde se encontró con los jóvenes de la escuela local, a quienes animó con el lema "Qué es el joven para que te fijes en él", a descubrir el plan de Dios en sus vidas, para generar una "verdadera cultura vocacional". Con gran respeto y en un clima de atenta escucha, los alumnos recibieron el mensaje del pastor diocesano que los alentó a descubrir sus vocaciones.
El obispo de Goya,
monseñor Adolfo Ramón Canecín, mantuvo un encuentro con los jóvenes que asisten a la escuela de Paraje Álamo, en la zona rural. En el marco del Año Vocacional Diocesano, el prelado compartió con los jóvenes el lema "Qué es el joven para que te fijes en él", y los animó a descubrir el plan de Dios en sus vidas.
En sintonía con el reciente Sínodo de los Obispos que se realizó en octubre del año pasado en el Vaticano con el tema "Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional", el obispo propuso "asumir y reflexionar sobre ese Sínodo como diócesis, porque queremos acoger, escuchar e integrar a todos los jóvenes". En ese sentido, afirmó: "A partir de ahora queremos no sólo pensar para los jóvenes sino con los jóvenes, trabajar con ellos, para que se sientan acogidos, escuchados e integrados en cada una de las áreas de la diócesis".
Por eso, invitó a los presentes a "vivir con intensidad este año vocacional, cuyo tema: ´Qué es el joven para que te fijes en él´, se sustenta en ´Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional? ¡Y conversión pastoral!", añadió, para precisar que apunta a los 60 años de creación de la diócesis que se celebrarán en 2021.
Monseñor Canecín instó también "a vivir el Año Vocacional Diocesano", señalando que "tenemos que trabajar juntos por la cultura vocacional, porque debemos lograr crear el ambiente propicio para que cada niño, adolescente y joven pueda discernir el don, el talento, la capacidad que se le concedió; que cada uno pueda discernir la semilla que Dios sembró dentro de cada uno, la vocación que Dios puso desde toda la eternidad. Y, habiéndola discernido, pueda asumirla y vivirla".
"Estoy convencido de que si sembramos la cultura vocacional, Dios nos va a regalar una primavera vocacional, como la que contemplamos en la naturaleza, por la cual florecerán las vocaciones laicales; los noviazgos sanos y santos que preparan y disponen para un matrimonio y una familia santos; y los demás estados de vida; tampoco nos faltarán las vocaciones a la vida consagrada en su multiplicidad, como la vida misionera, contemplativa, apostólica, en el orden de vírgenes, de institutos seculares; no nos faltarán vocaciones de diáconos permanentes y de sacerdotes. Pero para eso debemos trabajar decidida y denodadamente a lo largo y ancho de la geografía diocesana en la cultura vocacional", aseguró.
Para finalizar el mensaje y antes de impartir la bendición a los presentes, el obispo bendijo las nuevas banderas de ceremonias que llegaron recientemente con motivo del centenario de la escuela, al tiempo que agradeció la excelente recepción, el respeto y la predisposición de los jóvenes.+