La comunidad diocesana de San Justo celebró el sábado 22 de junio el jubileo por los 50 años de la diócesis, en el marco de la solemnidad del Corpus Christi. Con el lema "Memoria y esperanza", feligreses de los cuatro puntos cardinales se congregaron para peregrinar hacia la catedral de los santos Justo y Pastor, donde se realizó la celebración central, presidida por el obispo diocesano, monseñor Eduardo García.
El sábado 22 de junio, unas 3.000 personas, entre niños, jóvenes, adultos y mayores, participaron de la celebración del Cuerpo y la Sangre de Cristo que coincidió con el comienzo del jubileo por los 50 años de diócesis de San Justo.
Con el lema "Memoria y esperanza", feligreses de los cuatro puntos cardinales se congregaron para peregrinar hacia la catedral de los santos Justo y Pastor, donde se realizó la celebración central, presidida por el obispo diocesano,
monseñor Eduardo García, y concelebrada por los vicarios generales, presbíteros Raúl Cuevas, Carlos Torres y Basilicio Brítez, y demás sacerdotes diocesanos.
En su homilía el obispo manifestó: "Recibir la Eucaristía es aprender a conjugar siempre en primera persona del plural. El ?yo? se cambia por el ?nosotros?. Vivimos con un nuevo ADN que busca y crea la unidad. Y cómo necesitamos recuperar como pueblo nuestra conciencia y nuestra dignidad, justamente de eso, que somos un pueblo, que caminamos juntos, que vivimos unidos".
Sobre el jubileo diocesano, dijo: "Estos 50 años nos ponen de cara al futuro ante un gran desafío: estar atentos a los signos de los tiempos, para descubrir hoy y aquí cómo ser Iglesia en San Justo: Iglesia viva, no simplemente un baúl de recuerdos; Iglesia pobre para los pobres; Iglesia en la calle, compartiendo la vida de los hombres y mujeres de nuestro Pueblo, sus angustias, sus esperanzas, sus gozos, acercándoles el amor de Dios que da sentido a la vida; Iglesia que, siguiendo el estilo y el modo del maestro, se hace servidora, sin asco, sin miedo, sin prejuicios; Iglesia, Pueblo de Dios en medio del pueblo, que con la fidelidad que brota de la memoria agradecida y con la esperanza que nos viene de sabernos llamados y sostenidos por Dios en la misión, camina y avanza con alegría".
"Que estos 50 años que comenzamos a festejar no sean simplemente para mirar para atrás, sino mirar para atrás para agradecer, pero para que esa mirada nos dé el empujón para seguir adelante y poder, realmente, renovar nuestra fe y sea éste signo de esperanza, de alegría, de gozo del Señor que camina en medio de su Pueblo, en medio de esta diócesis".
» Texto completo de la homilía
Al término de la misa, se realizó la tradicional procesión con el Santísimo Sacramento recorriendo las calles de la ciudad. Al finalizar, se rezó la oración por el Jubileo Diocesano y se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino. Luego la comunidad celebró con una fiesta popular que incluyó música, baile, y un concurso diocesano con premios a los más destacados.+
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