En el domingo de la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, el obispo de San Martín, monseñor Miguel Ángel D?Annibale, reflexionó sobre "este regalo inmenso que nos ha hecho Jesús de dejarnos su Pascua en comida".
El obispo de San Martín,
monseñor Miguel Ángel D?Annibale, reflexionó este fin de semana sobre la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. "El Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo es la presencia pascual de Cristo resucitado, que se hace comida y bebida para cada uno de nosotros, de manera que podamos comer su Pascua, que es su vida", afirmó.
"Nosotros comemos la vida nueva, la vida que nunca se acaba, la vida que venció a la muerte, por eso que se dice esta es la verdadera comida y es la verdadera bebida, y ?el que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él y lo resucitaré en el último día?", recordó.
"Hasta tal punto dependemos del alimento, que la vida nuestra todo lo que hacemos todo lo que realizamos depende de ese alimento cotidiano, por eso en esta Argentina tenemos la necesidad de trabajar para que nadie le falte el pan en la mesa, por eso la necesidad que todo el mundo pueda tener este pan que lo haga vivir y que lo haga llevar adelante", advirtió.
"Jesús quiso dejar la Eucaristía, Jesús dejó su vida en el pan y en el vino, para que la podamos comer y beber y tener esa vida con nosotros, y de tal manera somos lo que comemos, que si comemos a Cristo debemos reflejar este Cristo en el medio donde estamos", animó.
"Si comemos su Pascua, continuó el prelado, debemos ser hombres y mujeres pascuales, que saben que sus dolores y sus penas, que sus fracasos y aquellas cosas que nos cuestan, que son nuestras cruces, van con nosotros siempre, pero que a partir de ellas siempre mostraremos la alegría de la Pascua", aseguró.+