"Según la disciplina actual de la Iglesia se puede comulgar de pie o de rodillas, en la mano o en la boca", recordó el arzobispo emérito de La Plata, monseñor Héctor Aguer, en su reflexión semanal por TV, y consideró: "Nadie tiene debe, ni sacerdote ni obispo, imponerle al fiel cristiano una determinada forma porque si la Iglesia permite esas variantes cada uno debe asumir la que le permita expresar mejor su devoción a Cristo".
El arzobispo emérito de La Plata,
monseñor Héctor Aguer, dedicó su reflexión semana en el programa Claves para un Mundo Mejor a la solemnidad del Corpus Christi y se refirió también al modo de recibir la comunión.
"Según la disciplina actual de la Iglesia se puede comulgar de pie o de rodillas, en la mano o en la boca", explicó, y consideró: "Nadie tiene debe, ni sacerdote ni obispo, imponerle al fiel cristiano una determinada forma porque si la Iglesia permite esas variantes cada uno debe asumir la que le permita expresar mejor su devoción a Cristo".
A este respecto el prelado dijo que hace poco oyó "un argumento ridículo contra la comunión en la boca. El argumento sonaba así: ´Nosotros no somos bebés. Es a los bebés a los que se les da de comer en la boca. Nosotros la tomamos en la mano porque somos cristianos adultos´. Esto de teológico no tiene nada ni tiene autoridad alguna, es ridículo y va contra la disciplina de la Iglesia. Además es autoritario porque hay lugares donde se impone. A los niños de Primera Comunión ya se les enseña que hay que recibirla con la mano, y eso no está bien".
"Estas personas -hizo notar monseñor Aguer- que se creen adelantadas, que se sienten progresistas, en realidad son autoritarias, son totalitarias, porque imponen su criterio que, además, no es el criterio de la Iglesia, pero ellos se lo imponen a sus fieles y no tienen derecho. Hay diferentes maneras de comulgar y cada uno debe elegir la que le ayude más a hacer una comunión verdaderamente entregada al Señor, el mejor gesto de amor a Él y una apertura del corazón. El cuerpo no es indiferente, las posturas corporales no son indiferentes, uno no puede ir a comulgar de cualquier manera porque el gesto corporal está explicando que sabemos de qué se trata, que lo hacemos con seriedad y que hacemos lo que verdaderamente corresponde, que advertimos qué es lo que estamos haciendo".
Monseñor Aguer concluyó su reflexión eucarística expresando su deseo de que "este Corpus Christi nos sirva para revisar nuestra disciplina eucarística, que debe tener en cuenta la disciplina de la Iglesia y no permitir que el autoritarismo o los prejuicios de algún cura u obispo quieran imponernos esta manera u otra".+