En su homilía para el domingo 9 de junio, fiesta de Pentecostés, monseñor Han Lim Moon, obispo auxiliar de San Martín, recordó la venida del Espíritu Santo y la importancia de su presencia en nuestra vida actual: "El Espíritu Santo crea la comunión entre Dios y los hombres y también de los hombres entre sí formando una comunidad", expresó.
En su homilía para el domingo 9 de junio, fiesta de Pentecostés,
monseñor Han Lim Moon, obispo auxiliar de San Martín, recordó el relato del Génesis, cuando Dios "hizo al hombre del barro pero recién se convirtió en ser viviente cuando le sopló su espíritu", y a partir de aquí comenzó su reflexión sobre la venida del Espíritu Santo.
"El ser humano es un cuerpo animado por esta acción de Dios manifestada especialmente en su soplo que, aunque no sea visible, es la fuente de la vida humana", expresó el prelado.
Al citar la primera lectura, recordó cómo "el Espíritu Santo llegó como fuego que ponía en movimiento a la Iglesia siendo el motor de todas sus actividades", y aseguró que "ese fuego que encendía los corazones de los discípulos e iluminaba sus mentes era el amor de Dios".
Asimismo, asemejó la imagen de las lenguas de fuego que les permitió expresarse a los apóstoles, "para que todos los hombres de distintas lenguas comprendan el mensaje del amor de Dios, cada uno en su lengua materna, y reciban el fuego de su amor".
Del mismo modo, "el Espíritu Santo crea la comunión entre Dios y los hombres y también de los hombres entre sí formando una comunidad", explicó monseñor Han Lim Moon
"La Buena Noticia de hoy, con la llegada del Espíritu Santo es que Él trae la vida, mueve a la Iglesia y comunica a todos los hombres el amor de Dios creando así la auténtica comunión y la comunidad, en medio de esta sociedad donde abunda mucha comunicación pero no necesariamente crea una verdadera comunión".
Al concluir, invitó a la comunidad diocesana a rezar al Espíritu: "¡Ven Espíritu Santo, ven! Enciende en el corazón de tu hijo, de tu hija el fuego de tu amor para comunicarle la vida y para que entre en comunión contigo y con sus hermanos".+