Campaña de demoliciones de imágenes de mártires chinos
- 5 de junio, 2019
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Hebei (China)
Según reveló la revista Bitter Winter, el nuevo objetivo de las autoridades de la provincia de Hebei, son las imágenes y monumentos de los 120 mártires chinos canonizados por San Juan Pablo II en el año 2000. El régimen comunista está sistemáticamente demoliendo y retirando las estatuas de los mártires que constituyen un ejemplo de fidelidad a Cristo en medio de la persecución, un modelo peligroso para quienes atentan hoy contra la libertad religiosa.
Según denuncias de la revista Bitter Winter, el nuevo objetivo de las autoridades de la provincia de Hebei, son las imágenes y monumentos en honor de los 120 mártires chinos canonizados por San Juan Pablo II en el año 2000.
El régimen comunista está sistemáticamente demoliendo y retirando las estatuas de los mártires que constituyen un ejemplo de fidelidad a Cristo en medio de la persecución, un modelo peligroso para quienes atentan contra la libertad religiosa en la actualidad.
Las primeras estatuas en ser retiradas fueron las del templo católico de la localidad de Dongxihetou, en la diócesis de Hengshui, en octubre de 2018. Los funcionarios amenazaron con arrestar a los fieles que contribuyeron con el costo de la elaboración de las estatuas, que veneraban a San Paulus Wu Anju, San Johannes Baptista Wu Mantang y San Paulus Wu Wanshu. La misma comunidad fue obligada a contratar una grúa para retirarlas.
El hecho pudo pasar inadvertido en medio de una larga campaña de demoliciones de símbolos religiosos, pero de manera casi simultánea un templo registrado en la Asociación Patriótica Católica también recibió la orden de desmantelar las estatuas de los mártires San Modeste Andlauer y San Rémy Isoré.
Según los católicos locales entrevistados por la revista Bitter Winter, el partido comunista chino está interesado en eliminar la memoria de los Mártires, que dieron su vida cerca del año 1900, por constituir un recuerdo constante de otros muchos mártires actuales que dan su vida bajo la dictadura comunista. Los Mártires continúan siendo fuente de inspiración para los creyentes que soportan una grave situación de vulneraciones a la libertad religiosa y una marcada división por la intervención de las autoridades en la vida de la Iglesia.+