Una multitud, estimada en 200 mil personas, participó el domingo 2 de junio de la fiesta grande en honor del Señor de los Milagros de Mailín, en la villa santiagueña del mismo nombre. Obispos de las dos diócesis de Santiago del Estero presidieron las celebraciones centrales. Hubo misas y procesión. En ese marco, inició la peregrinación por la provincia la imagen de la Virgen del Valle.
Una multitud, estimada en 200 mil personas, participó el domingo 2 de junio de la fiesta grande en honor del Señor de los Milagros de Mailín, en la villa santiagueña del mismo nombre.
Hasta allí llegaron miles de peregrinos de las diócesis de Añatuya, Santiago del Estero y otras jurisdicciones eclesiásticas vecinas para rendir culto a la Cruz de Mailín, que se venera en el árbol histórico.
La manifestación de fe, considerada una de las fiestas religiosas más importante del interior de la provincia de Santiago del Estero, llevó por lema "Señor de Mailín, pan de vida, fuente de dignidad y justicia de los hombres".
La misa central y la procesión fue presidida por el obispo auxiliar de Santiago del Estero,
monseñor Enrique Martínez Ossola, y concelebrada por el obispo de Añatuya,
monseñor José Melitón Chávez, y sacerdotes de una y otra diócesis que llegaron hasta el santuario.
En esta oportunidad, la festividad del Señor de Mailín tuvo un condimento especial, dado que la Cruz milagrosa fue acompañada por la imagen de Nuestra Señora del Valle, que llegó a Santiago del Estero en el marco de una peregrinación por todo el país para celebrar los 400 años de su aparición.
La imagen de la Virgen, que llegó a la villa el viernes, se ubicó junto a la Cruz en el templete de la plaza principal del pueblo.+