Francisco a la comunidad gitana: "Si alguien se queda atrás, la familia no camina"

  • 2 de junio, 2019
  • Blaj (Rumania) (AICA)
Al concluir su viaje apostólico en Rumania, el papa Francisco se reunió en la tarde del domingo 2 de junio con la comunidad gitana y les dijo: "En la Iglesia de Cristo hay lugar para todos". El Pontífice pidió perdón a la comunidad Rom "en nombre de la Iglesia, al Señor y a ustedes, por haberlos discriminado, maltratado o mirado mal en el curso de la historia".
Al concluir su viaje apostólico en Rumania, el papa Francisco se reunió en la tarde del domingo 2 de junio con la comunidad gitana y les dijo: "En la Iglesia de Cristo hay lugar para todos". El Pontífice pidió perdón a la comunidad Rom "en nombre de la Iglesia, al Señor y a ustedes, por haberlos discriminado, maltratado o mirado mal en el curso de la historia". "En la Iglesia de Cristo hay lugar para todos. La Iglesia es un lugar de encuentro, y debemos recordar estas palabras no como un bello eslogan, sino como parte de la identidad de nuestro ser cristianos", expresó Francisco. El Papa se conmovió ante el encuentro con la comunidad Rom y confesó un peso que lleva en su corazón: "Es el peso de la discriminación, la segregación y el maltrato que sufren sus comunidades. La historia nos dice que incluso los cristianos, incluso los católicos, no son ajenos a este mal". En ese sentido, el Sumo Pontífice pidió perdón a la comunidad "en nombre de la Iglesia, al Señor y a ustedes, por haberlos discriminado, maltratado o mirado mal en el curso de la historia, con la mirada de Caín en vez de la de Abel, y no haber sido capaces de reconocerlos, apreciarlos y defenderlos en su particularidad". Francisco subrayó cuántas veces juzgamos imprudentemente, con palabras que hieren, con actitudes que siembran odio y crean distancias. "Cuando alguien se queda atrás, la familia humana no camina. No somos cristianos hasta el final, ni somos humanos, si no sabemos ver a la persona antes que a sus acciones, antes de nuestros juicios y prejuicios", indicó el Papa. Luego recordó cómo en la historia de la humanidad siempre están presentes Abel y Caín: "Está la mano extendida y la mano que golpea. Está la apertura de la reunión y el cierre del enfrentamiento. Está la acogida y el descarte. Hay quienes ven en el otro a un hermano y hay quienes ven un obstáculo en su camino. Está la civilización del amor y está la civilización del odio", describió. Pero aseguró que "todos los días se puede elegir entre Abel y Caín. Como en una encrucijada, a menudo nos enfrentamos a una elección decisiva: seguir el camino de la reconciliación o el de la venganza. Escojamos el camino de Jesús. Es un camino que cuesta esfuerzo, pero es el camino que conduce a la paz. Y pasa por el perdón". Al despedirse, Francisco animó al pueblo gitano a compartir sus características específicas "y de las que tenemos tanta necesidad: el valor de la vida y de la familia en el sentido más amplio (primos, tíos,...); la solidaridad, la hospitalidad, la ayuda, el apoyo y la defensa de los más débiles de su comunidad; la valorización y el respeto por los ancianos; el sentido religioso de la vida, la espontaneidad y la alegría de vivir". Asimismo los invitó "a recibir todas las cosas buenas" que otros pueden ofrecer, caminando juntos, donde están, "en la construcción de un mundo más humano que vaya más allá de los miedos y las sospechas, eliminando las barreras que nos separan de los demás" en la búsqueda de la fraternidad.+