El obispo de Cruz del Eje, monseñor Ricardo Araya, y el Consejo Presbiteral diocesano, fundamentaron los motivos por los cuales los restos del Santo Cura Brochero deben quedarse en la villa que lleva su nombre, tal como fue su voluntad. "He resuelto quedarme definitivamente en el Tránsito", dijo oportunamente el cura gaucho.
El obispo de Cruz del Eje,
monseñor Ricardo Araya, y el Consejo Presbiteral diocesano, fundamentaron los motivos por los cuales los restos del Santo Cura Brochero deben quedarse en la villa que lleva su nombre, tal como fue su voluntad.
La comunidad diocesana del noroeste cordobés expresó su gratitud "a todas las personas que en estos días han mencionado al Padre Brochero con admiración, interés y reconocimiento", pero insistió en recordar la decisión del santo cura gaucho: "He resuelto quedarme definitivamente en el Tránsito".
"El gran desafío es vivir y servir como el Santo Cura Brochero", afirmaron el obispo y el Consejo Presbiteral de Cruz del Eje.
Texto del comunicado
Desde el noroeste cordobés, junto al Consejo Presbiteral y a los fieles de la Diócesis de Cruz del Eje, queremos expresar nuestra gratitud a todas las personas que en estos días han mencionado al Padre Brochero con admiración, interés y reconocimiento.
Por opción pastoral, San José Gabriel del Rosario, se hizo serrano entre los serranos.
Por gracia de Dios y por generosidad del Cura Santo, vivimos con alegría en la tierra de la Casa de Ejercicios y el Colegio del Tránsito, de las iglesias y caminos brocherianos, de la promesa del tren nunca cumplida; la tierra donde el Cura optó por los necesitados: pobres, enfermos y pecadores.
Sigue siendo para nosotros un gran desafío la vida y el servicio de Brochero, que supo sembrar en la vida concreta de Traslasierra el Evangelio de Jesús.
En estos días han resonado con más fuerza en nuestros oídos y en el corazón de las comunidades aquellas palabras suyas: "He podido pispear que viviré siempre en el corazón de la zona occidental, puesto que la vida de los muertos está en el recuerdo de los vivos". También aquella confesión: "aquí he gastado los mejores años de mi vida"; y "he resuelto quedarme definitivamente en el Tránsito".
Como dijera el Papa Francisco, con ocasión de la beatificación, Brochero sigue "haciendo tanto bien como caricia de Dios a nuestro pueblo sufrido".
Ojalá todos sepamos unir la veneración al Santo Cura Brochero con el coraje que lo animó. Quiera Dios aprendamos a vivir como Brochero con esperanza puesta en el cielo, y por eso mismo construyendo una historia más justa y más fraterna.+