El Papa al Sínodo Ortodoxo rumano: "Necesitamos escuchar juntos al Señor"
- 31 de mayo, 2019
-
Bucarest (Rumania) (AICA)
El papa Francisco se reunió este viernes con el Patriarca Daniel y los obispos del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa de Rumania, donde aseguró que "necesitamos escuchar juntos al Señor" y destacó que el viaje que San Juan Pablo II realizó hace 20 años a este país "contribuyó no sólo al resurgir de las relaciones entre ortodoxos y católicos, sino también al diálogo entre católicos y ortodoxos en general".
El papa Francisco se reunió este viernes con el Patriarca Daniel y los obispos del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa en la sede del Patriarcado Ortodoxo de Bucarest, donde, al igual que hace 20 años lo hizo el papa Juan Pablo II, les dijo: "Vengo como peregrino deseoso de ver el Rostro del Señor en el rostro de los hermanos".
En su discurso en el marco de la visita apostólica a Rumania, el Papa también expresó que los lazos de fe que les unen se remontan a los apóstoles y, en particular, "al vínculo que unía a Pedro con Andrés".
"Ellos nos recuerdan que hay una fraternidad de la sangre que nos precede, y que, como una silenciosa corriente vivificante nunca ha dejado de irrigar y sostener nuestro caminar a lo largo de los siglos", aseguró.
Al hablar de las persecuciones a los cristianos, el Papa subrayó que en Rumania, al igual que en tantos otros lugares actuales, han experimentado la Pascua de muerte y resurrección.
"Muchos hijos e hijas de este país, de diferentes Iglesias y comunidades cristianas, han sufrido el viernes de la persecución, han atravesado el sábado del silencio, han vivido el domingo del renacimiento", aseveró.
Tras explicar que el ejemplo de estos hermanos y hermanas está hoy ante ellos y ante las nuevas generaciones que no han conocido aquellas dramáticas condiciones, enfatizó: "Es una herencia demasiado valiosa para que sea olvidada o mancillada. Y es una herencia común que nos llama a no distanciarnos del hermano".
Francisco destacó que aquel viaje que realizó San Juan Pablo II hace 20 años, siendo la primera vez que un obispo de Roma visitaba a un país de mayoría ortodoxa, "fue un acontecimiento que contribuyó no sólo al resurgir de las relaciones entre ortodoxos y católicos en Rumania, sino también al diálogo entre católicos y ortodoxos en general".
Ante el Patriarca Daniel y los obispos del Santo Sínodo ortodoxo, el Santo Padre hizo hincapié en la memoria: "No la memoria de los males sufridos e infligidos, de juicios y prejuicios, que nos encierran en un círculo vicioso y conducen a actitudes estériles sino la memoria de las raíces".
"Los primeros siglos en los que el Evangelio, anunciado con parresía y espíritu de profecía, encontró e iluminó a nuevos pueblos y culturas; los primeros siglos de los mártires, los padres y confesores de la fe, de la santidad vivida y testimoniada cotidianamente por tantas personas sencillas que comparten el mismo Cielo", valoró.
El Papa también señaló que "necesitamos escuchar juntos al Señor" y especialmente en estos últimos años en que los caminos del mundo nos han conducido a rápidos cambios sociales y culturales.
"Son muchos los que se han beneficiado del desarrollo tecnológico y el bienestar económico, pero la mayoría de ellos han quedado inevitablemente excluidos, mientras que una globalización uniformadora ha contribuido a desarraigar los valores de los pueblos, debilitando la ética y la vida en común, contaminada en tiempos recientes por una sensación generalizada de miedo y que, a menudo fomentada a propósito, lleva a actitudes de aislamiento y odio", reconoció.
Asimismo, advirtió sobre "las seducciones de una cultura del odio e individualista" y aseguró que, aunque no sea tan ideológica como en los tiempos de la persecución ateísta, es "más persuasiva e igual de materialista".
Por último, Francisco habló de la "fragilidad de los vínculos", esa que "termina aislando a las personas".+