La pastoral social de la diócesis de San Justo continúa avanzando en obras que favorecen la integración y el crecimiento de los barrios marginados de la zona. El jueves 23 de mayo, se inauguró la casa padre Mugica, en Puerta de Hierro, y el sábado 26, la nueva sede de la Familia Grande Hogar de Cristo, casa San José Obrero en el barrio 22 de Enero de Ciudad Evita.
La pastoral social de la diócesis de San Justo continúa avanzando en obras que favorecen la integración y el crecimiento de los barrios marginados de la zona.
El jueves 23 de mayo se inauguró la casa de encuentro comunitario Padre Carlos Mugica, en el barrio Puerta de Hierro, un espacio a disposición de los chicos del barrio para realizar actividades educativas, culturales y recreativas. Participaron el obispo de San Justo,
monseñor Eduardo García, quien bendijo las instalaciones, y autoridades provinciales: Milagros Maylin, directora del Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (Opisu), y Santiago López Medrano, ministro de Desarrollo Social.
El obispo destacó: "Es una alegría poder bendecir este lugar y poder bendecir el trabajo en común y en conjunto. Porque solos, sin lugar a dudas, cada uno por su lado, no podemos hacer nada. Pero cuando se van aunando fuerzas, voluntades, deseos y, también, sueños y luchas, se pueden hacer muchas cosas. Integrar significa caminar juntos. Cuando esas cosas se ponen en las manos de Dios, se multiplican. Porque Dios, no solamente une lo que está separado, sino que hace crecer lo que está, aparentemente, muerto".
Luego, el presbítero Nicolás Angellotti, párroco de San José, expresó "Esta quiere ser una casa grande para nuestro barrio, una extensión de la familia para que nuestros chicos tengan más abrazos, más cuidados y más adultos que los miren y los acompañen. Para que ningún chico de nuestro barrio sobre ni sea descartado. Le hacemos lugar a la vida como viene y la acompañamos con cariño".
Asimismo, el sábado 26 de mayo, en el barrio 22 de Enero de Ciudad Evita, se dio apertura a una nueva sede de la Familia Grande Hogar de Cristo, la casa San José Obrero. Esta obra continúa con los emprendimientos en el marco del camino hacia la nueva parroquia Monseñor Angelelli y compañeros mártires.
Allí, el presbítero Basilio Brítez, presidió la misa y bendijo la casa. El sacerdote anfitrión, presbítero Daniel Echeverría, reconoció la generosidad de las Hermanas de San José, quienes se despidieron de la comunidad dejando la casa totalmente a disposición del nuevo proyecto. En honor a las religiosas, a la casa se le dio el nombre de San José Obrero.
A su vez, el sacerdote señaló el camino que se está recorriendo para formar una nueva parroquia y la propuesta de hacerse cargo "de la vida de los pibes y las pibas que necesitan de un espacio de familia que los reciba y que los ayude a crecer en el amor", señalando que es una respuesta concreta a "lo primero que nos dice el Evangelio, la propuesta del amor". +