El 25 de mayo, con motivo de la fiesta patria, el obispo de Posadas, Mons. Juan Rubén Martínez, presidió la celebración eucarística en honor de la patria y bendijo los vitrales de los rosetones superiores de la iglesia catedral San José. La misa fue concelebrada por varios sacerdotes y acompañada por los jóvenes del seminario diocesano Santo Cura de Ars.
El sábado 25 de mayo, con motivo de la conmemoración de la Revolución de Mayo que instauró el primer gobierno patrio, el obispo de Posadas,
monseñor Juan Rubén Martínez, presidió la celebración eucarística en honor de la patria y en esta oportunidad bendijo los vitrales de los rosetones superiores de la iglesia catedral San José. La misa fue concelebrada por varios sacerdotes y especialmente acompañada por los jóvenes del seminario diocesano Santo Cura de Ars.
Según el cronista local, "fue una ceremonia muy emotiva y a la vez solemne para recordar este momento histórico de nuestra nación". El obispo dijo en varias oportunidades: "Estamos aquí porque celebramos un momento histórico, y para hacer memoria agradecida, pero sobre todo para rezar por nuestra nación".
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Durante su homilía, monseñor Martínez habló sobre el 25 de Mayo y resaltó que en la provincia de Misiones, y en la nación estamos viviendo un año muy importante ya que elegiremos a nuestros nuevos gobernantes, "que sin lugar a dudas serán elegidos por la gente que los conoce y porque confía en ellos. Como argentinos nos estamos preparando para ir a las urnas para elegir a nuestros gobernantes y por ello es un momento oportuno para rezar, pedir y agradecer un poco más. Queremos caminar y no perder la esperanza y por eso rezamos y le pedimos a Dios que medie con su gracia, sobre todo en este año que es un año electoral en el que debemos rezar un poco más por nuestros dirigentes y por nosotros para que vayamos a votar a conciencia, que seamos responsables y nos comprometamos de manera activa en la esperanza y en la oración para que Argentina crezca.
El obispo invitó a cada uno de los presentes a ser cristianos que incidan en nuestra realidad, que sean testigos de Cristo vivo, generadores de nuestro compromiso ejerciendo la santidad para transformar las realidades temporales. Además, pidió para que haya más diálogo en la Patria. También por los que padecen la pobreza, por la problemática de los jóvenes con el tema del consumo y el crecimiento de la droga y el narcotráfico, por el valor de la vida, de la familia, de la justicia y de la honestidad.
El prelado diocesano se mostró muy emocionado por la nueva obra dentro de la catedral San José y recalcó que "es importante que todos sepamos que ésta es nuestra casa, porque es la casa madre, el lugar donde nos sentimos hermanados como diócesis".
Con relación a la bendición de los vitrales, monseñor Martínez felicitó a Pablo Subirats por su gran trabajo y agradeció su compromiso. "Pablo trabajó muchísimo, día a día nos fue mostrando su progreso y seguramente después nos explicará de qué se trata cada dibujo y cómo fue el proceso creativo. Sin lugar a dudas fue cosa de la Providencia de Dios el habernos cruzado con él y que pueda hacer esta magnífica obra de arte".
Los vitrales son dos rosetones diseñados y realizados por el artista Pablo Subirats. Uno de los rosetones desarrolla escenas de las inmigraciones y sus circunstancias en Misiones. El otro, el trabajo y los oficios típicos de la provincia. Ambos rosetones están conformados por un centro y diez pétalos cada uno.+