El sábado 18 de mayo, la diócesis de San Justo recordó la memoria del presbítero Carlos Mugica con una misa que se celebró en un predio junto al hospital Balestrini, en la localidad de La Tablada, presidida por el obispo diocesano, monseñor Eduardo García, junto con varios sacerdotes de barrios populares.
Con motivo del 45º aniversario de fallecimiento del presbítero Carlos Mugica, el sábado 18 de mayo numerosos fieles participaron de la misa que se celebró en el Camino de Cintura entre Balestrini y Ciudad Evita, de la localidad de La Tablada. Durante la misa, se aprovechó para proyectar un
mensaje que el papa Francisco envió a los vecinos de los barrios periféricos de San Justo.
Monseñor Eduardo García, obispo de San Justo, presidió la celebración, acompañado por varios sacerdotes de los barrios populares. Entre ellos, el vicario general diocesano, presbítero Basilicio Britez, párroco de San Roque González y compañeros Mártires Rioplatenses, del barrio Almafuerte "Villa Palito"; el presbítero Daniel Eduardo Echeverría, superior de la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, de los barrios 22 de Enero y Un Techo para Todos; el presbítero Mauricio Cardea, de la capilla San Jorge, del barrio Las Antenas, en Villa Insuperable; y el presbítero Nicolás Angellotti, de la parroquia San José, de los barrios 17 de Marzo, Puerta de Hierro y San Petersburgo, entre otros sacerdotes del grupo.
Entre los asistentes estuvieron presentes numerosos integrantes de la Pastoral Social diocesana y otros laicos comprometidos con la promoción humana y social de los barrios más vulnerables. También participaron autoridades nacionales, provinciales y municipales, entre ellos la intendenta del partido de La Matanza, y varios concejales representantes de movimientos sociales, de la economía popular y de organismos de derechos humanos.
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Durante su homilía, el obispo de San Justo recordó cuando a sus 17 años, se enteró de la muerte del padre Mugica: "Con el tiempo comprendí que hay cosas que la muerte no puede matar y que los que pretendieron callar su voz hicieron que hasta el barro, las chapas, el cartón y los tachos de agua a una sola voz con sus villeros queridos gritaran su nombre y llevaran en su corazón el agradecimiento por su martirio", manifestó.
"Estamos hoy aquí haciendo memoria agradecida de su vida que aún late en el corazón de nuestras barriadas más pobres. Lejos de un folklore setentista, queremos, como lo hizo él tantas veces, y hasta momentos antes de su muerte, recordarlo con una misa", anunció a la comunidad presente.
Luego se preguntó: "¿Quién fue el responsable de su muerte?", y al responder, monseñor García afirmó: "Se ponen nombres a quienes apretaron el gatillo mortal; pero fue Carlos Mugica el responsable de su muerte. Responsable por tener el coraje de querer vivir de verdad el Evangelio de los pobres y de la liberación que para muchos eran mala palabra".
A través de una serie de respuestas a la pregunta "¿Qué no hizo Carlos Mugica?", el prelado repasó la vida y obra del sacerdote villero. Lo definió no como "un superhombre" o un "superdios", sino como un "hombre de Dios que, como tantos otros, tuvo el coraje de poner el pecho y entregar su vida por la coherencia de vivir como se cree y se piensa".
Al concluir, invitó a los presentes a "hacer memoria" de quien "quiso hacer suyo el amor de Jesús por los pobres, haciéndose servidor de sus hermanos".+
» Texto completo de la homilía