El Papa ordenó a 19 nuevos sacerdotes y los animó a ser hombres de oración y sacrificio
- 12 de mayo, 2019
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Ciudad del Vaticano
En el cuarto domingo de Pascua y la 56ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el papa Francisco presidió en la Basílica de San Pedro la misa en la que ordenó sacerdotes a 19 diáconos, a quienes les dijo: "Que el perfume de tu vida sea alegría y apoyo para los fieles de Cristo: hombres de oración, hombres de sacrificio, para que con la Palabra y el ejemplo construyas la casa de Dios, que es la Iglesia. Y así continuarás la obra santificadora de Cristo".
En el cuarto domingo de Pascua y la 56ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el papa Francisco presidió en la Basílica de San Pedro la misa en la que ordenó sacerdotes a 19 diáconos, a quienes les dijo: "Que el perfume de tu vida sea alegría y apoyo para los fieles de Cristo: hombres de oración, hombres de sacrificio, para que con la Palabra y el ejemplo construyas la casa de Dios, que es la Iglesia. Y así continuarás la obra santificadora de Cristo".
De los 19 diáconos que recibieron la ordenación sacerdotal de manos del pontífice, 8 provienen del colegio diocesano Redemptoris Mater, 8 de la Fraternidad Sacerdotal de los Hijos de la Cruz, 1 del Pontificio Seminario Mayor Romano y 2 de otros colegios.
Concelebraron con el Santo Padre el cardenal Angelo De Donatis, vicario general de Su Santidad para la diócesis de Roma; el cardenal Abril y Castelló Santos, arcipreste emérito de la basílica papal de Santa María Mayor, los obispos auxiliares; los superiores de los seminarios en cuestión y los párrocos de los ordenados.
En la homilía Francisco señaló que "el Señor Jesús es el gran sacerdote del Nuevo Testamento; aunque, en verdad, todo el pueblo santo de Dios ha sido constituido sacerdocio real en Cristo". Sin embargo "nuestro gran sacerdote, Jesucristo, eligió a algunos discípulos para que en la Iglesia desempeñasen, en nombre suyo, el oficio sacerdotal para bien de los hombres" y Él mismo, enviado por el Padre, envió, a su vez, a los apóstoles por el mundo, para continuar sin interrupción su obra de maestro, sacerdote y pastor por medio de ellos y de los obispos, sus sucesores".
"Los presbíteros ? añadió el Papa ? son colaboradores de los Obispos, con quienes en unidad de sacerdocio están llamados al servicio del pueblo de Dios".
Hoy serán configurados a Cristo sumos y eternos sacerdotes, explicó el pontífice: "serán consagrados, como verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento y con este título se unen a los obispos en el orden sacerdotal; serán pastores del pueblo de Dios y dispensarán el culto, especialmente el sacrificio del Señor, es decir la Eucaristía". Además, les dijo que deben considerar que "ejercitando el ministerio de la Sagrada Doctrina serán partícipes de la misión de Cristo como maestros" y que esto no es "una asociación cultural" o "un sindicato" sino "ser partícipes del Ministerio y del Misterio de Cristo".
Den sus homilías con la Biblia en la mano
"Lean y mediten frecuentemente la Palabra del Señor, porque para creer lo que han leído, enseñar lo han aprendido y vivir lo que han enseñado, no se puede hacer una homilía o una predicación sin mucha oración con la Biblia en la mano". El papa Francisco seguidamente les señaló que su "enseñanza" debe ser "alimento para el pueblo de Dios" y entonces esta enseñanza junto con la oración "será muy fecunda". "Que su vida sea un estímulo para los discípulos de Cristo, a fin de que con su palabra y su ejemplo se vaya edificando la casa, que es la Iglesia de Dios" dijo el Papa, y así "ustedes continuarán la obra salvadora de Cristo".
La centralidad de la Eucaristía
Más adelante el Santo Padre pidió a los neosacerdotes estar atentos a la celebración de la Eucaristía, porque es "lo máximo de la gratuidad del Señor" y les pidió por favor que "no la ensucien con intereses mezquinos". Pero también les pidió "reconocer lo que hacen" e "imitar lo que se debe" porque solo así, participando al misterio de la muerte y resurrección del Señor "pueden llevar la muerte de Cristo y pueden cambiar la vida": "El Señor nos ha querido salvar gratuitamente. Él mismo nos ha dicho: "den gratis lo que gratis han recibido"".
No se cansen de ser misericordiosos
"Con el Bautismo, agregarán nuevos fieles al Pueblo de Dios, con el sacramento de la Penitencia, perdonarán los pecados en nombre de Dios, de Cristo y de la Iglesia" les recordó el Papa, exhortándolos a que no se cansen "de ser misericordiosos como Jesús fue misericordioso con nosotros" y con el óleo santo darán "alivio a los enfermos", insistió Francisco: "pierdan el tiempo visitando enfermos".
Por último, el Santo Padre les pidió que ejerzan la obra sacerdotal de Cristo "con sinceridad" para agradar a Dios y no a ellos mismos, porque la alegría sacerdotal "solo se encuentra en este camino, buscando agradar a Dios que nos ha elegido".
"Unan a los fieles en una sola familia", les pidió finalmente, porque es aquí donde está la cercanía del sacerdote: "cerca de Dios en oración, cerca del obispo que es su padre, cerca del presbiterio, de otros sacerdotes, como hermanos. "Tengan "siempre delante de los ojos el ejemplo del Buen Pastor, que no ha venido para ser servido, sino para servir y para salvar lo que se había perdido". +