Card. Zen: "Por amor a mi pueblo no me quedaré callado"
- 14 de mayo, 2019
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Hong Kong (China) (AICA)
El obispo emérito de Hong Kong, Card. Joseph Zen Ze-kiun SDB, publicó un libro sobre la situación de la Iglesia Católica en China, con el título "Por amor a mi pueblo no me quedaré callado", que señala, "la resolución del purpurado de denunciar las vulneraciones a la libertad religiosa en China".
El obispo emérito de Hong Kong, China, cardenal Joseph Zen Ze-kiun SDB, publicó un libro sobre la situación de la Iglesia Católica en China, con el título "Por amor a mi pueblo no me quedaré callado", que señala, según Catholic World Report, "la resolución del purpurado en su labor de denuncia de las vulneraciones a la libertad religiosa en China".
En el texto, el cardenal relata una anécdota de uno de sus encuentros con el papa Francisco en la Plaza de San Pedro. Al verlo, el pontífice hizo el gesto de imitar a alguien que porta una honda para ir a la batalla, recordando a David en su desigual enfrentamiento al gigante Goliat. Esta figura es muy representativa de la misión profética del cardenal Zen, quien no dudó en enfrentar directamente al más grande gigante asiático: el Partido Comunista Chino.
En el libro, el purpurado reúne las ocho conferencias que pronunció sobre la Carta a la Iglesia Católica en China de Benedicto XVI, con datos importantes sobre el contexto de este documento pontificio, su contenido, y la historia de sufrimiento de la Iglesia local. Más allá de un completo análisis sobre la Carta del hoy Papa emérito, el libro constituye, según el padre Paul Mariani, "una especie de manual sobre el estado de la Iglesia Católica en China desde el tiempo de Juan Pablo II".
El libro exhibe un carácter controversial, puesto que señala incluso con nombre propio a varias personalidades que considera responsables de la grave situación actual, tanto funcionarios de China, como miembros de la Iglesia. El obispo emérito comparó las intenciones de las autoridades chinas con las de los gobiernos comunistas de Europa en la segunda mitad del siglo XX y recordó que el camino de ceder los derechos de la Iglesia con la esperanza de mantener abierto el diálogo demostró en esa época ser un fracaso. Además, relata cómo una mala traducción oficial de la Carta al chino generó inicialmente dificultades para los creyentes de la llamada "Iglesia subterránea".
El cardenal Zen no duda en evidenciar su admiración por la Carta a la Iglesia Católica en China, exponiendo el proceso de cuidadosa preparación del texto y su universalidad al tratar temas de gran importancia como las relaciones entre la Iglesia y el Estado, la evangelización en el mundo de hoy y el papel del sufrimiento en la purificación de la Iglesia.+