Regina Coeli en Bulgaria: "El deseo por asumir la cultura del diálogo"
- 5 de mayo, 2019
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Sofía (Bulgaria)
En el mediodía de hoy, domingo 5 de mayo, el papa Francisco rezó el Regina Coeli desde la plaza de San Alexander Nevsky de Sofía, Bulgaria, en el marco de su 29° viaje apostólico. Allí, pidió a la Virgen su intercesión "ante el Senñor Resucitado" para que conceda a Bulgaria "el impulso necesario para ser tierra de encuentro", y recordó al papa san Juan XXIII quien vivió varios años en tierras búlgaras.
"La grata presencia en este encuentro de los representantes de esas distintas comunidades, muestra el deseo de todos por recorrer la senda, cada diea maes necesaria de asumir la cultura del diaelogo como camino; la colaboracioen comuen como conducta; el conocimiento recieproco como meetodo y criterio", dijo el papa Francisco a rezar el Regina Coeli, en el mediodía de hoy, desde la plaza de San Alexander Nevsky de Sofía, Bulgaria, en el marco de su 29° viaje apostólico a Bulgaria y Macedonia del Norte.
Al comenzar, expresó con júbilo: "¡Cristo ha resucitado!", "Él es nuestra esperanza y la vida más hermosa del mundo. Todo lo que toca. Por eso, las primeras palabras que quiero dirigir a cada uno de ustedes son: ¡Él vive y te quiere vivo! Él está en ti, Él está contigo y nunca te deja. Él camina contigo", dijo al recordar textualmente su última exhortación apostólica.
"Nuestra invocacioen se expresa con la antigua oracioen del Regina Coeli. Lo hacemos aquie, en Sofiea, delante del icono de la Virgen de Nesebar, que significa ?puerta del cielo?, y que era tan querida por mi predecesor san Juan XXIII, que comenzoe a venerarla aquie en Bulgaria y la llevoe consigo hasta la muerte", explicó el Papa.
En seguida, Francisco recordó al papa San Juan XXIII, quien vivió en tierras búlgaras desde 1925 hasta 1934, conocido allí como "el santo búlgaro", quien "aquí aprendió a valorar la tradición de La Iglesia Oriental", quien valoró el diálogo ecuménico y lo promovió en la Iglesia Católica, un impulso notable en el Concilio Vaticano II, "en cierto sentido, les debemos agradecer a esta tierra la sabia y la intuición inspiradora del ?Papa bueno?", completó.
Por otro lado, el Pontífice relató que previamente visitó la iglesia Patriarcal de San Alejandro Nevski donde rezó a los santos Cirilo y Metodio, evangelizadores de los pueblos eslavos y también pudo manifestar "su estima y afecto a la venerada Iglesia ortodoxa de Bulgaria", al saludar a Su Santidad Neofit, Patriarca, junto a los Metropolitas del Santo Sienodo.
Al concluir, se dirigió a Santísima Virgen María, "Reina del cielo y de la tierra", para otorgarle a "esta tierra el impulso necesario para que, pese a las diferencias culturales, religiosas o étnicas los sigan reconociendo y valorando como hijos y hermanos de un mismo Padre".+