Comisión diocesana para los bienes culturales

  • 3 de mayo, 2019
  • Cruz del Eje (Córdoba)
El obispo de Cruz del Eje, Mons. Ricardo Araya, estableció la Comisión diocesana para los Bienes Culturales, que tendrá como misión ayudar a conservar todos los bienes de valor religioso, artístico, histórico de las instituciones y entidades eclesiásticas de la diócesis.
El martes 16 de abril, en la sede del Obispado, el obispo de Cruz del Eje, monseñor Hugo Ricardo Araya, estableció la Comisión diocesana para los Bienes Culturales, que tendrá como misión ayudar a conservar todos los bienes de valor religioso, artístico, histórico de las instituciones y entidades eclesiásticas de la diócesis. La comisión estará integrada por tres miembros que serán los encargados de confeccionar un documento instructivo para que, de acuerdo con las normas de la Santa Sede, se organice la tarea que exige el patrimonio cultural de la Iglesia y ayude, a las personas físicas y jurídicas, a cumplir sus obligaciones en esta materia. Monseñor Araya designó miembros de la comisión a la arquitecta Georget Suárez, al profesor en arte Juan Marco Gemesio y a la profesora de lengua, literatura e historia Viviana Inés Acosta. El nuevo organismo, se explica en el documento de creación, fue establecido respondiendo a la necesidad de que la Iglesia diocesana de Cruz del Eje pueda contar con un inventario y catálogo de los bienes culturales pertenecientes a entidades e instituciones eclesiásticas con el fin de tutelar y valorar el patrimonio histórico-artístico de esta Iglesia, constituido por obras de arquitectura, pintura, escultura, adornos, ornamentos litúrgicos, etc., que pueden ser considerados como el rostro histórico y creativo de la comunidad cristiana. El culto, la catequesis, la caridad y la cultura modelaron el ambiente en el que la comunidad de los creyentes aprende y vive su fe, y se reconoce en las diversas manifestaciones del arte y del arte sacro en particular. Que el patrimonio histórico-artístico de la Iglesia es el testimonio concreto de la creatividad artesanal y artística de la comunidad cristiana manifestada para dar esplendor y belleza a los lugares de culto, de piedad, de vida religiosa, del estudio y de la memoria. Se puede afirmar, por tanto, que monumentos y objetos de todo tipo y estilo, acompañan acontecimientos históricos de la Iglesia y, en sus interrelaciones, son instrumentos idóneos para promover la evangelización del hombre y de los pueblos.+