El grupo de obispos argentinos que realiza la visita ad limina dedicó la segunda jornada en Roma a reunirse con responsables de los dicasterios vaticanos. Entre otros, estuvieron en la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde dialogaron con el prefecto, monseñor Luis Ladaria. El jueves serán recibidos en audiencia por el papa Francisco.
La primera de tres tandas de obispos argentinos que llegó a Roma para la visita
ad limina, dedicó la segunda jornada a reunirse con referentes y colaboradores de los dicasterios vaticanos.
La actividad comenzó con la visita de los obispos a la Congregación para los Obispos y la Congregación para la Doctrina de la Fe, y prosiguió con encuentros en la Congregación para el Clero y la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores.
"Visitamos la Congregación para los Obispos. Como nos decía el cardenal prefecto Marc Ouellet ´nuestra congregación´. Allí compartimos aspectos que tienen que ver con nuestras experiencias, nuestras vivencias y también con nuestra misión pastoral", precisó el obispo de Reconquista, monseñor Ángel José Macín, al ser consultado por la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
Y agregó: "Fue un diálogo muy cordial, sencillo y auténtico. También lo ha sido respecto de lo que cotidianamente vivimos, y una oportunidad para renovar el cariño recibido en el ministerio apostólico".
La Oficina de Prensa de la CEA indicó que la actividad de la mañana concluyó con una reunión con el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, monseñor Luis Francisco Ladaria Ferrer y su equipo de trabajo, en la que se abordaron temas referidos a la fe y a la cultura.
En este encuentro, de carácter informativo, también se conversó sobre medidas disciplinarias respecto al problema de los abusos. Los obispos plantearon, por su parte, interrogantes sobre cómo "continuar anunciando con entusiasmo la alegría del Evangelio en la nueva realidad cultural".
En tanto, el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, expresó: "Con mucha alegría estamos realizando esta visita
ad limina, que son unos días de mucho gozo por la comunión que vamos teniendo".
"En primer lugar con el Santo Padre, con quien nos vamos a encontrar este jueves y muchas reuniones que vamos teniendo, pero sobre todo también rezando en algunos lugares fundamentales", agregó.
"Es una alegría para toda la Argentina"
El director de la Oficina de Comunicación de la CEA, presbítero Máximo Jurcinovic, detalló en una entrevista para EWTN y ACI Prensa el significado de esta visita.
"Es una gran alegría para toda la Argentina, no solo para los obispos. Desde hace diez años que no se realizaba la visita
ad limina, la última había sido con Benedicto XVI. Y claramente no solo la alegría de que los obispos visiten las tumbas de los apóstoles, sino que además sean recibidos por el papa Francisco", destacó.
"Cada obispo hizo un informe muy detallado de la vida de su diócesis, informe que fue enviado hace unos meses a Roma, y sobre eso dialogarán con el Papa", adelantó.
Y enumeró algunos de los desafíos de la Iglesia en la Argentina: "La nueva Evangelización es un desafío que los obispos vienen trabajando desde hace mucho tiempo: encontrar en el mundo de hoy la mejor forma de evangelizar, en la Argentina de hoy, con sus desafíos culturales, con sus acentuaciones, con sus crisis, con sus alegrías. Cuál es el modo de poder evangelizar mejor".
El sacerdote puntualizó que es importante aplicar las enseñanzas del papa Francisco en las diócesis, entre ellas, conceptos como "la Iglesia en salida, la Iglesia cercana a los pobres, una Iglesia pobre para los pobres" y llevarlos a las periferias de la República Argentina.
"Lo más importante del Papa para la Argentina es su enseñanza, lo que dice, lo que nos enseña, aquello que nos marca como camino", afirmó, y añadió: "El Papa es para la Argentina una alegría que se renueva permanentemente".
El lunes 29 de abril, los obispos argentinos visitaron la tumba del apóstol San Pablo y celebraron misa en la basílica San Pablo Extramuros, además de recorrer otros dicasterios.
La primera tanda de obispos, que estará en Roma hasta el 4 de mayo, está integrada por prelados de las regiones NEA (Nordeste Argentino), Platense y Litoral.
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