Encuentro de oración por la unidad de los cristianos
- 4 de abril, 2019
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Buenos Aires (AICA)
Un encuentro de oración por la unidad de los cristianos reunió el martes 2 de abril a católicos y evangélicos en la iglesia evangélica Visión de Futuro, en la avenida Boedo 860, en el barrio porteño del mismo nombre. El obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon, señaló que la misión de los cristianos es anunciar a Cristo para que todos sean felices recibiendo su amor divino y transmitiendo a Cristo vivo. Hablaron también Pino Scafuro, de la Renovación Carismática Católica; los sacerdotes católicos Miguel Alderete y José Luis Gergolet y los pastores evangélicos Jorge Himitian y Omar Cabrera.
Un encuentro de oración por la unidad de los cristianos reunió el martes 2 de abril a católicos y evangélicos en la iglesia evangélica Visión de Futuro, en la avenida Boedo 860, en el barrio porteño del mismo nombre.
El obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon, habló del kerygma (anuncio) y señaló que la misión de los cristianos es anunciar a Cristo para que todos sean felices recibiendo su amor divino y transmitiendo a Cristo vivo. "Yo me hago feliz viendo feliz a la gente con Cristo", dijo, al reflexionar sobre su misión y su vocación. Nacido en Corea, hace 42 años que está en la Argentina. Subrayó que es Cristo vivo quien transforma a las personas.
El encuentro es prolongación de aquellos multitudinarios realizados por la Comunión Renovada de Evangélicos y Católicos en el Espíritu Santo (Creces) en el Luna Park, y en los que participaron, entre otros, el entonces arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, y el teólogo capuchino Raniero Cantalamessa, predicador de la casa papal. En los últimos años se realizaron reuniones más sencillas cada pocos meses en la parroquia del Patrocinio de San José, en Ayacucho 1072.
En esta ocasión, la reunión se hizo en lo que fue un monumental cine de los años 40 convertido en un templo evangélico. El pastor Omar Cabrera, que dirige allí la iglesia Visión de Futuro, estimó en unos 450 los asistentes, y al concluir el acto agradeció en breves palabras haber podido ser anfitriones de ese encuentro. "Nuestro anhelo es poder seguir tu voluntad. Aquí estamos, Señor, úsanos para tu gloria", dijo.
Pino Scafuro, laico, dirigente de la Renovación Carismática Católica, habló al inicio y al final del acto. El sacerdote Miguel Alderete, en el día de los caídos en las Malvinas, recordó lo vivido hace 37 años y se preguntó qué tipo de acción solidaria podemos hacer hoy. Deseó que la Argentina arda en la guerra del amor de Dios, del fuego del Espíritu.
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Reconciliación y arrepentimiento
El pastor Jorge Himitian expresó que la reconciliación es el restablecimiento de una relación rota quitando la causa que produjo la ruptura. "El pecado es rebelión contra Dios. Allí está la causa que Jesús vino a quitar y remover". Pero advirtió: "Dios no puede imponer la reconciliación a nadie. Nosotros tenemos que responder, aceptar su perdón. Necesitamos convertirnos, arrepentirnos".
Señaló que el pecado no sólo rompió nuestra relación con Dios, sino que nos hizo a los hombres y las mujeres estar los unos contra los otros. Y mencionó consecuencias: insultos, robos, aborto, divorcios. "El pecado dividió a la humanidad, pero Dios nos reconcilió consigo y los unos con los otros", dijo.
Consideró a la Iglesia como la familia de Dios y señaló que en su estructura esencial es perdón, paz, reconciliación, amor, servicio. Lamentó toda división en la Iglesia y recordó que Jesús oró para que todos sean uno. Estimó que Dios hizo su parte y nos encargó el ministerio, el mensaje de la reconciliación, que los cristianos deben extender a la sociedad. Nosotros amamos a todos, dijo. "No amamos el pecado", precisó. Indicó que "no estamos en contra de los del pañuelo verde. Tenemos que acercarnos para decirles: hay Alguien que está enamorado de vos, que estuvo dispuesto a morir por vos. Tenemos una buena noticia. Somos mensajeros en nombre de Dios".
Más allá de lo que pueda imaginarse de una confluencia de católicos carismáticos y evangélicos pentecostales, no hubo expresiones musicales estridentes ni arengas efusivas, gritos o vivas. Los discursos fueron serenos, orientados a la reflexión. Y la música, que todos cantaron, con letras que podían seguirse en una pantalla, era suavemente melódica, propicia para la meditación. "Dios de lo imposible, te adoramos" y "Jesucristo, reinas con poder" decían algunas de las frases entonadas. "Todo a Cristo yo me entrego. Para siempre quiero amarle y adorarle sólo a Él. Quiero serle fiel", decía otra canción.
Una civilización herida en la ternura
El presbítero José Luis Gergolet afirmó que "una civilización herida en la ternura busca ternura en brazos equivocados". Expresó que dos necesidades del alma humana son la autonomía (ser) y la pertenencia (ser de alguien). Apuntó que la degeneración de la autonomía es la independencia ?que lleva a rupturas, soledad, egocentrismo- y la degeneración de la pertenencia es la dependencia, que lleva a servidumbres, adicciones. Advirtió que el demonio quiere llevarnos a esos extremos.
Preguntó por qué estamos separados. Estimó que la unidad no surgirá de acuerdos teológicos, aunque haya que trabajar en ello. Señaló el pasaje del Evangelio de San Juan (11,52) que dice que Jesús había de morir "para congregar en uno a todos los hijos de Dios dispersos". Subrayó la corriente de gracia del Espíritu Santo y reflexionó: "Dios nos está sanando".
Entre los asistentes estaba un sacerdote de Mar del Plata, Héctor Bachmeyer, con varias personas de una comunidad carismática de esa ciudad. La reunión se hizo con el lema "Permanezcan firmes en un mismo espíritu y luchen con un solo corazón por la fe en el Evangelio" (Filipenses, 1, 27).
Al final, Scafuro preguntó si no habían notado que el Niño Jesús está más ausente en los festejos de Navidad. Y el pastor Himitian asintió: "Navidad es el cumpleaños de Jesús y al cumpleañero quieren dejarlo afuera". Tras comprometer esfuerzos para celebrar juntos la Navidad con Jesús como centro, alguien del público sugirió hacer más prontamente otra reunión. Por lo cual se quedó en organizar una vigilia de Pentecostés el sábado 8 de junio, a las 18, en la parroquia San Ignacio, Bolívar 225.+(Jorge Rouillon)