El obispo auxiliar de Quilmes y vicario episcopal de Educación, monseñor Marcelo Margni, presidió el viernes 22 de marzo la misa de inicio del ciclo lectivo de las comunidades educativas de la diócesis en la iglesia catedral Inmaculada Concepción. En su homilía, el prelado llamó a "caminar juntos" para "sanar los temores a nuestras diferencias".
Las comunidades educativas de la diócesis de Quilmes participaron el 22 de marzo de la misa de inicio del ciclo lectivo, presidida por el obispo auxiliar de Quilmes y vicario episcopal de Educación,
monseñor Marcelo Margni en la catedral Inmaculada Concepción.
En su homilía, monseñor Margni presidió animó a "caminar juntos" en sintonía con el camino sinodal que inició la diócesis: "Este caminar tiene que permitirnos sanar los temores a nuestras diferencias, todos somos distintos y no pensamos igual, ello no ha de ser un problema; las instituciones son más sanas cuando en ellas hay personas que piensan diferente y pueden caminar juntas. Es bueno pensar diferente, dialogar, buscar acuerdos y consensos, lo único que no debería existir en nuestras escuelas es el odio y la violencia", afirmó.
El prelado agradeció a los representantes de las comunidades educativas y destacó: "Somos la representación de un complejo colectivo de más de cuatro mil trabajadores de la educación y treinta mil familias pertenecientes a las veinticinco comunidades educativas de la diócesis".
"Busquemos, junto con la enseñanza de las ciencias y la tecnología, educar en una sabiduría más profunda que se adquiere en la familia, en el barrio, en el club, en la iglesia y en la escuela. La sabiduría del discernimiento, de aprender a elegir entre lo bueno y lo malo, entre lo justo y lo injusto. Eduquemos para que nuestros alumnos se reconozcan por la sabiduría que los hace elegir lo bueno y lo bello, la sabiduría que los haga más solidarios. Que nuestros alumnos se distingan no por el uniforme sino por su amor a los pobres y su solidaridad con los postergados, los descartados, los excluidos y busquen una sociedad más fraterna y solidaria, que cuida al ser humano y al planeta que es el hogar de todos", animó.
Además, el obispo se ofreció a visitar las comunidades para encontrarse con los alumnos que quieran conversar. "Quiero escucharlos y que me pregunten, pero no quiero llegar a ustedes para cumplir con visitas protocolares sino para reunirme con aquellos que tengan interés de encontrarnos y de modo sencillo compartir un rato", propuso.
Con la presencia de estudiantes, docentes, directivos y familias de los distintos niveles educativos de las escuelas católicas de la diócesis de Quilmes se vivió una experiencia de comunión y se recordó también a los mártires riojanos y al siervo de Dios monseñor Jorge Novak.+