Monseñor Jorge García Cuerva inició el 23 de marzo su ministerio pastoral en la diócesis de Río Gallegos, con una celebración eucarística en el colegio Salesiano de la capital provincial, donde expresó: "Que como dicen los jóvenes, seamos una diócesis ATR, a todo ritmo". Asimismo, animó a la comunidad diocesana a ser "una Iglesia diocesana, pobre para los pobres" en la que se recibe a la "vida como viene".
Monseñor Jorge Ignacio García Cuerva inició el 23 de marzo su ministerio pastoral en la diócesis de Río Gallegos, con una celebración eucarística en el colegio Salesiano de la capital provincial, donde expresó: "Que como dicen los jóvenes, seamos una diócesis ATR, a todo ritmo".
Antes de la celebración eucarística, el prelado hizo su profesión de fe y juramento de fidelidad en la catedral Nuestra Señora de Luján. Lo hizo ante autoridades de la Iglesia y testigos como el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires; monseñor Oscar Vicente Ojea, obispo de San Isidro; otros obispos, sacerdotes, autoridades de gobierno provinciales y locales, sus padres, amigos y laicos.
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Seguidamente monseñor García Cuerva se trasladó al gimnasio del colegio Salesiano, donde fue recibido por un nutrido número de miembros de la comunidad diocesana (laicos, jóvenes, agentes de pastoral). Obispos, sacerdotes, religiosos y consagrados y diáconos acompañaron su entrada.
El arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Carlos Alfonso Azpiroz Costa, en su carácter de metropolitano, entregó a monseñor García Cuerva los signos pastorales de la diócesis y lo condujo a la sede, para que al sentarse se constituya en obispo de la diócesis de Río Gallegos.
Estuvieron presentes, entre otros, los obispos Jorge Rubén Lugones SJ (Lomas de Zamora), Martín Fassi (auxiliar de San Isidro) y Jorge Torres Carbonell (auxiliar de Lomas de Zamora), las dos jurisdicciones eclesiásticas bonaerenses donde García Cuerva desempeñó su tarea pastoral, en San Isidro como sacerdote y en Lomas de Zamora como obispo auxiliar.
Asistieron también las gobernadoras Rosana Bertone, de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, y Alicia Kirchner, de Santa Cruz, además de representantes gubernamentales nacionales, provinciales y locales, comunidades de la villa La Cava (diócesis de San Isidro) y el Hogar de Cristo, entre otros.
Homilía fundamentada en su lema episcopal
Monseñor García Cuerva fundamentó su homilía en su lema episcopal: "No apartes tu rostro de los pobres" e instó a ver con el corazón, ver lo que duele y molesta, no dar vuelta la cara.
"Un ver empático y comprometido; un ver como mira Dios; de su mirada nace la compasión y la misericordia; a la vez, por su mirada atenta, ve lo más profundo, ve la presencia y la fuerza transformadora del Reino, donde otros sólo ven excluidos, pobres, y descartables", puntualizó al referirse a los modos de ver.
El nuevo obispo pidió a la Iglesia diocesana de Río Gallegos que "tengamos una mirada atenta, una mirada contemplativa, una mirada como la de Jesús, que se identifica con los más pobres y sufrientes".
"Les propongo que seamos una Iglesia diocesana pobre para los pobres; que en cada comunidad parroquial, en cada propuesta pastoral, los más pobres se sientan como en casa; estar cerca, aprender de ellos, tener una atención amante", sugirió tras referirse al verbo hacer.
"Que seamos un hospital de campaña, donde todos los heridos de la vida encuentren acogida y cordialidad. Donde, como decimos en la Familia Grande de los Hogares de Cristo, recibamos la vida como viene", agregó.
Monseñor García Cuerva tomó prestadas las palabras "tan contundentes de Don Orione" y pidió al Señor y a su Madre, María Auxiliadora, que "nuestra Iglesia diocesana, esté junto a los hermanos que viven un infierno, por la soledad, la tristeza, la droga, la violencia, la trata".
"El viento es un protagonista de la vida en la Patagonia; hay días que sopla muy fuerte; y nos empuja, nos sacude, nos mueve. Quiero pedir a Dios, que del mismo modo, el viento del Espíritu Santo nos renueve", subrayó.
"Que podamos ventilar nuestras ideas, que podamos renovar nuestros modos pastorales, que seamos empujados a las periferias existenciales; que el Espíritu nos vuele los prejuicios, los miedos, los esquemas que nos endurecen y enquistan. Que como dicen los jóvenes, seamos una diócesis ATR, a todo ritmo", graficó, y concluyó: "Ver y hacer, dos claves para nuestra tarea pastoral, para nuestro ser de cristianos, para la vida de nuestra Iglesia diocesana de Rio Gallegos".
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Una fiesta de fe
La Pastoral de Comunicación Diocesana definió la toma de posesión de monseñor García Cuerva como "una fiesta de fe" y vivida por la comunidad diocesana "con alegría, en clima de comunión, con la presencia de todas las ciudades de la extensa diócesis que abarca Santa Cruz y Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico sur".
"La capacidad del lugar (el colegio Salesiano) era aproximadamente de 1.500 personas. Hubo una presencia superadora. Vinieron de La Cava, de Lomas de Zamora, del Hogar de Cristo; micros de las dos provincias y muchos en vehículos particulares, agradecidos todos por el recibimiento de la comunidad de Río Gallegos que albergó en hogares particulares a muchos de los que llegaron", destacó.
"Este era un momento muy esperado por la comunidad, muy rezado y pedido a la contemplación divina de tener y poder recibir a ?un pastor con olor a oveja?, como dice el papa Francisco. Un pastor que siga las huellas de sus predecesores: Magliano, Alemán, Buccolini, Romanín, D´Annibale", sostuvo.+
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