A través del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el papa Francisco decidió enviar una contribución de 150.000 euros para socorrer a las poblaciones de Mozambique, Zimbabwe y Malawi afectadas por las inundaciones causadas por el ciclón Idai.
Luego de expresar su dolor y cercanía con las poblaciones de Mozambique, Zimbabwe y Malawi afectadas por las inundaciones causadas por el ciclón Idai, el papa Francisco decidió enviar una primera contribución de 150.000 euros para socorrer a los tres países.
La ayuda brindada se efectiviza a través del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y pretende ser una expresión inmediata de dicho sentimiento de cercanía espiritual y aliento paternal del Santo Padre en esta primera fase de emergencia.
La iniciativa es parte de las ayudas que se están activando en toda la Iglesia Católica y en las que participan, además de varias Conferencias Episcopales, numerosas organizaciones caritativas. La ayuda se repartirá, en colaboración con las nunciaturas apostólicas, entre las zonas más afectadas por la catástrofe y se utilizará en obras de socorro y asistencia a las personas y los territorios.
Durante la última semana, las inundaciones causadas por el ciclón Idai han devastado áreas enteras entre Mozambique, Zimbabue y Malawi. Las víctimas, en constante aumento, son hasta ahora 300 además de miles de heridos y cientos de miles de personas desplazadas. Las personas afectadas por la catástrofe serían al menos un millón. También son ingentes los daños de las estructuras: la semana de intensas lluvias torrenciales ha destruido decenas de miles de hogares y edificios públicos, e interrumpido las carreteras más importantes. La ciudad de Beira, en Mozambique, ha sido arrasada al suelo y numerosos centros urbanos y pueblos en los tres países destruidos. Igualmente afectadas las redes de agua y electricidad, así como las instalaciones sanitarias. El riesgo de epidemias es preocupante, mientras que es difícil la labor de los equipos de socorro para alcanzar las zonas atravesadas por el ciclón.
El Santo Padre, al final de la audiencia general del pasado miércoles 20 de marzo, expresando su dolor y su cercanía a las poblaciones afectadas, confió "las muchas víctimas y sus familias a la misericordia de Dios" y suplicó "consuelo y ayuda para los afectados por esta calamidad ".
Más información en la Oficina de Prensa y Comunicación del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral: Roberto Paglialonga (
r.paglialonga@humandevelopment.va) Pamela Fabiano (
p.fabiano@humandevelopment.va) Claudia di Lorenzi (
c.dilorenzi@humandevelopment.va).+