El arzobispo emérito de La Plata, Mons. Héctor Aguer, en su charla en el programa "Claves para un Mundo Mejor", emitida por Canal 9 el 16 de marzo, manifestó que quería hablar del Sexto Mandamiento y recordó que hace poco habló "de cierta tendencia de la Teología Moral que habla de una moral trascendental, pero que se elude lo que se llamaría una moral predicamental", es decir, "hablar de las obligaciones que tiene un cristiano, que son los Mandamientos".
El arzobispo emérito de La Plata,
monseñor Héctor Aguer, en su reflexión en el programa "Claves para un Mundo Mejor", emitido por el Canal 9 de TV el sábado 16 de marzo, dijo que quería hablar del Sexto Mandamiento de la Ley de Dios.
Comenzó su conversación con los televidentes recordando que hace unas semanas habló "de ciertas tendencias de la Teología Moral que habla de una moral trascendental, que consiste aproximadamente en decir que hay que ser buenos, que hay que hacer el bien, no hay que hacerle mal a nadie y, en cambio, se elude lo que podría llamarse una moral predicamental", es decir, "hablar de las obligaciones concretas que tiene un cristiano, que son los Mandamientos de la Ley de Dios".
"Alguno me puede decir que los Mandamientos son cosa del judaísmo, del Antiguo Testamento, y le diría que busquen en el Nuevo Testamento, en el Sermón de la Montaña y verán cómo Jesús va tomando los Mandamientos y los va confirmando y agravando. Por ejemplo: hay un Mandamiento que dice "no cometerás adulterio", y Jesús nos dice: "Yo les digo: si un hombre mira a una mujer con mal deseo ya cometió adulterio en su corazón".
"Hoy quiero hablarles del Sexto Mandamiento. ¿Recuerdan haber oído alguna homilía sobre el Sexto Mandamiento, que dice "no fornicar", como señala la tradición de la Iglesia? Revisen en su memoria pero no creo que haya muchas homilías sobre esto. Se dijo que antiguamente la Iglesia insistía excesivamente en el Sexto Mandamiento y se olvidaba de la justicia. Hoy se habla mucho de la justicia pero se olvida la otra realidad y la moral cristiana es un conjunto armonioso, en el cual no se puede unilateralmente subrayar una parte en desmedro de otra".
"Hoy quiero hablarles del sexto mandamiento que dice "no fornicar". Si buscan en el diccionario verán que es la relación sexual de un hombre y una mujer fuera del matrimonio. ¿Qué pasa hoy? Muchísima gente no se casa; a veces los curas generalizamos diciendo "la gente no se casa" y es verdad que no se casa en la medida que se casaba antes. Algunos vienen a casarse con dos o tres chicos que hacen de cortejo, pero la ecuación es que los chicos vienen después del matrimonio. ¿Y cuál es la causa principal de este desorden? Me parece que se inician muy temprano los noviecitos, los chicos a los 12 o 13 años ya conocen cosas que nosotros ignorábamos completamente, porque vivíamos en la estratósfera. No digo que eso sea lo que hay que hacer porque lo que hoy necesitamos es una verdadera educación para el amor, la castidad, el matrimonio y la familia. Una verdadera educación sexual, y no la prevención que propone el gobierno."
"Los chicos se ponen de novios y van enseguida a la cama. Esa es la realidad y entonces ¿cómo no van a fornicar? Fornica medio mundo después y esto, por no hablar de la gente de la farándula, con enlaces provisorios que no duran mucho, entre modelos o botineras y uno u otro deportista que se publicitan como ideales de felicidad. Eso está en todos lados y llama la atención y la conclusión es "lo hace todo el mundo, por qué no yo". Todos lo hacen, esa es la presunta justificación, pero el cristiano no puede vivir con ese criterio sino que tiene que atenerse a la Palabra de Jesús, a la enseñanza de Jesús que pueden ver en el Sermón de la Montaña".
"Ahora bien: la cuestión de la castidad no es una cuestión menor sino que tiene que ver con la configuración de la personalidad. La educación de los chicos debe ser delicada, para que aprendan para qué son las realidades sexuales y para qué sirven, de modo que no se dejen llevar por la propaganda gay que se hace hoy a través de las redes sociales de una manera espeluznante, la cantidad de videos porno gay que circulan es una invasión. Los paganos antiguos que hacían sus cosas también, estarían atónitos si vieran lo que pasa hoy. La continencia o templanza es tratada magníficamente en la Ética de Aristóteles, como la virtud que controla el posible desenfreno pasional".
"La promoción universal del aborto y la promoción universal de la homosexualidad lleva a disminuir la población mundial y eso es lo que quieren las grandes centrales del mundo financiero internacional. Quieren disminuir la población de los países en vías de desarrollo como eternamente es la Argentina. Antes se conformaban con el onanismo y repartían a mansalva anticonceptivos y preservativos; ahora promueven o bien la ligadura de trompas o el corte de los canales deferentes (lo cual equivale a la castración de hombres y mujeres) y sobre todo la homosexualidad", dijo el prelado.
"Claro que cuesta al cristiano distinguirse de "lo que hacen todos", y son muchos los que comprenden que en eso se juega un valor fundamental de la vida cristiana. La castidad se integra en el conjunto de la personalidad de un cristiano, esto es la virginidad antes del matrimonio y luego la relación correcta entre los esposos, la castidad conyugal, y no evitando malamente los hijos.
"Todo el mundo sabe estas cosas pero desde hace tiempo, décadas, la propaganda de los anticonceptivos desconoce las realidades de la naturaleza, o sea que Dios ha puesto ritmos en la mujer, tiempos, en los cuales ella es infértil y en el cual puede haber relaciones sexuales, evitándolas en los momentos en que será fértil, si ellos quieren espaciar el nacimiento de los hijos o no tener más hijos. Eso es usar una realidad de la Naturaleza. La cuestión clave es esta: reconocer la realidad de la persona varón y de la persona mujer".
En el último tramo de su reflexión, monseñor Aguer expresó que "el papa Benedicto XVI, a propósito de la ideología de género que descarta la Naturaleza, dice que esta es "la máxima rebelión de la creatura contra el Creador". ¿Cómo se reconoce al Creador? ¿Cómo lo puede reconocer alguien que no tiene la fe cristiana? Sencillamente reconociendo que existe una Naturaleza dada, que nosotros no hacemos, que nosotros no inventamos, sino que nosotros respetamos y utilizamos de acuerdo con la voluntad de Dios", concluyó.+