Los obispos dedicaron la segunda jornada de la 117ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) a profundizar aspectos referidos al sostenimiento económico de la Iglesia, al reflexionar sobre el modo de concientizar a los fieles sobre este compromiso eclesial y los criterios para profundizar acciones solidarias entre las diócesis. También recibieron al nuncio apostólico.
Los obispos que participan de la 117ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) dedicaron la segunda jornada de trabajo a profundizar aspectos referidos al sostenimiento económico de la Iglesia, al reflexionar sobre el modo de concientizar a los fieles sobre este compromiso eclesial y los criterios para profundizar acciones solidarias entre las diócesis.
En la primera sesión de la mañana en la casa de ejercicios El Cenáculo La Montonera de Pilar, el centenar de prelados recibió la visita del nuncio apostólico, monseñor León Kalenga Badikebele.
Misa, reconocimiento y oración
La jornada comenzó con la celebración de la misa presidida por monseñor Ricardo Faifer, obispo emérito de Goya, Corrientes. Concelebraron monseñor José María Arancibia, arzobispo emérito de Mendoza, y monseñor Baldomero Martini, obispo emérito de San Justo, Buenos Aires.
"Es tradición en la Asamblea Plenaria del Episcopado argentino que una de las misas sea presidida por los obispos eméritos en señal de reconocimiento a su labor pastoral y evangelizadora brindada en el camino junto a las comunidades de las diócesis donde fueron pastores", destacó la Oficina de Prensa de la CEA.
Los obispos volvieron a encomendar los trabajos del plenario episcopal al Santo Cura Brochero, a Nuestra Señora de Luján y los futuros beatos Mártires Riojanos.
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