El obispo de Posadas, Mons. Juan Rubén Martínez, compartió con su comunidad diocesana las enseñanzas del Evangelio del domingo VIII durante el año, que hablan de la misericordia y la bondad para juzgar al prójimo, así como la necesidad de realizar con caridad toda corrección fraterna.
El obispo de Posadas,
monseñor Juan Rubén Martínez, compartió con su comunidad diocesana las enseñanzas del Evangelio del domingo VIII durante el año, que hablan de la misericordia y la bondad para juzgar al prójimo, así como la necesidad de realizar con caridad toda corrección fraterna.
El texto aludido dice: "¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¡Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano".
Este texto, comentó monseñor Martínez, "es muy concreto y tiene mucho contenido para aplicarlo en la vida cotidiana. Si miramos en nuestros ambientes es sorprendente percibir cómo lo que prima es el chisme, la difamación y la calumnia. Lamentablemente, lo habitual es ´sacar el cuero´ al otro provocando, en ocasiones, daños irreparables.
"En muchas oportunidades hemos reflexionado sobre la necesidad de insertar el Evangelio en la vida cotidiana. Para vivir la santidad no es necesario hacer cosas extraordinarias y llamativas. He aquí un pedido concreto en este Evangelio: ser más misericordiosos y justos en el juicio al otro y ser capaces y veraces para realizar un auténtico examen de conciencia. La corrección fraterna hecha con verdad y caridad es un instrumento muy importante que nos propone el Evangelio y que puede sanar y mejorar los ambientes, tanto familiares como sociales.
"Considero indispensable -prosiguió el prelado- que donde hay tantos malos ejemplos, también podamos resaltar que hay muchísimos hombres y mujeres, educadores, periodistas, amas de casa, políticos, consagrados, sacerdotes, verdaderos testimonios de santidad sin necesidad de hacer cosas que llaman la atención. Desde un estilo de vida comprometido con la realidad, logran ser fecundos y construyen desde la santidad en lo cotidiano.
"Es cierto -agregó- que estos modelos seguramente no sirven a ciertos medios de comunicación que siempre buscan rating desde el sensacionalismo. Pero hay que subrayar que si el sensacionalismo, la difamación o la calumnia venden, es porque hay muchos que lo consumen. Dañar a otro en el juicio ´sacando el cuero´, con la difamación o la calumnia, forman parte de la ´inteligencia del mal´ que busca convencernos de que es imposible creer que podemos estar mejor e intenta dejarnos sin esperanza. Esta postura es fatal porque lleva a cruzarnos de brazos o, peor aún, a bajarlos, renunciando a todo tipo de ideal. Los cristianos tenemos la certeza de que, a pesar de todo, la vida triunfa sobre la muerte. Y esto nos anima a trabajar para mejorar nosotros mismos y mejorar nuestro mundo.
"En este domingo el Evangelio nos pide que antes de juzgar al otro nos miremos a nosotros mismos. Y que, si creemos que el otro está errado, tengamos un juicio y una corrección misericordiosa", concluyó monseñor Juan Rubén Martínez.+
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