Los seminaristas de la arquidiócesis de La Plata compartieron un encuentro con su arzobispo, monseñor Víctor Manuel Fernández, los días 20, 21 y 22 de febrero, en la casa San Ramón, en la localidad de Tandil, provincia de Buenos Aires. El curso se centró en la preparación de las homilías, a partir de la Lectio Divina, y se ahondó en las características propias del sacerdote diocesano.
Monseñor Víctor Manuel Fernández, arzobispo de La Plata, compartió un encuentro con los seminaristas que se forman en el seminario mayor San José de la arquidiócesis, los días 20, 21 y 22 de febrero, en la casa San Ramón, en la localidad de Tandil, provincia de Buenos Aires.
El curso se centró en la preparación de las homilías, a partir de la Lectio Divina. El arzobispo explicó a los jóvenes que "la predicación debe ser fruto del encuentro orante con el Señor, que es quien quiere seguirle hablando a sus ovejas". En esta línea les propuso que la preparación parte de la comprensión del sentido del texto, fundamentalmente del Evangelio, descubriendo sus ideas centrales y sus resonancias, para luego preguntarse qué nos dice Dios a nosotros y qué les quiere decir a los fieles a través nuestro.
El prelado dedicó también un momento para hablar de lo propio del sacerdote diocesano. "El sacerdote ministro es quien consagra la Eucaristía y reconcilia con el perdón. Es ante todo el hombre de la Eucaristía, con la que sigue haciendo presente a Jesús. A un Jesús que es para todos y quiere llegar a todos. El sacerdote diocesano tiene como misión hacer que Jesús llegue a todos", manifestó.
"El sacerdote se debe ir transformando en lo que celebra de manera que el ?Tomen y coman? de la consagración, también sea su modo de pastorear. El celibato, que es un nuevo don, está en función y en sintonía de ese ?Tomen y coman?".
Al mismo tiempo, el arzobispo dedicó un espacio para el diálogo personal con cada uno de los seminaristas y compartió distintos momentos de convivencia con los jóvenes.+