Los catequistas de la arquidiócesis de La Plata tuvieron su XXII retiro arquidiocesano el sábado 23 de febrero en la casa diocesana de retiros Nuestra Señora de Luján. Con el lema "Creciendo juntos para ser santos", participaron cerca de 130 catequistas, acompañados por el obispo auxiliar de La Plata, monseñor Nicolás Baisi.
Con el lema "Creciendo juntos para ser santos", los catequistas de la arquidiócesis de La Plata tuvieron su XXII retiro arquidiocesano el sábado 23 de febrero en la casa diocesana de retiros Nuestra Señora de Luján. Participaron cerca de 130 catequistas, acompañados por el obispo auxiliar de La Plata,
monseñor Nicolás Baisi.
El presbítero Guillermo Khidir se encargó de conducir el encuentro, cuyo lema surgió de la tercera línea pastoral propuesta para 2019 por el arzobispo de La Plata,
monseñor Víctor Manuel Fernández.
Monseñor Baisi presidió la misa de clausura en la que invitó a los catequistas a "ser misericordiosos como el Padre", tal como lo indicó el Evangelio del domingo. "El rostro del Padre y el modo de ser Padre lo encontramos en Jesús, que fue misericordioso perdonando en la cruz y entregando su vida", recordó el obispo.
Asimismo, dijo a los presentes que "ser misericordioso es tener en el corazón en la miseria de los otros", recordando el mensaje del papa Francisco en el año de la misericordia: "El catequista es misericordioso, porque se preocupa de la miseria más grande, que es no conocer a Cristo, y trata de ayudar a la persona a entrar en contacto con Cristo, busca que otros conozcan a Cristo, lo puedan seguir. De este modo lo salva de la miseria más grande que es el no conocimiento de la misericordia de Dios manifestado en Cristo Jesús", sostuvo monseñor Baisi.
"Al mismo tiempo el conocimiento de Cristo nos hace conocer la misericordia del Padre: es Jesús el que muere en la cruz perdonando; y ser misericordiosos es un distintivo del cristianismo", dijo el obispo auxiliar al concluir.
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