El obispo castrense, Mons. Santiago Olivera, durante una misa que presidió en la catedral castrense Stella Maris, puso en posesión de sus respectivos ministerios de Capellán Mayor del Ejército Argentino al Pbro. Eduardo Alberto Castellanos, entrerriano de 51 años, y de la Armada Argentina al Pbro. Francisco María Rostom Maderna, porteño de 51 años.
"El ministerio de capellanes mayores es un llamado a vivir desde el amor, porque solo desde el amor podemos entregar nuestra vida", expresó el obispo castrense,
Mons. Santiago Olivera, en la catedral castrense Stella Maris, durante la misa celebrada en la que puso en posesión de sus respectivo ministerios de Capellán Mayor del Ejército Argentino al presbítero Eduardo Alberto Castellanos, entrerriano de 51 años, y de la Armada Argentina al presbítero Francisco María Rostom Maderna, porteño de 51 años.
Concelebraron, el vicario general castrense, presbítero Gustavo Fabián Acuña; el capellán mayor de la Fuerza Aérea Argentina, presbítero César Lionel Tauro; el capellán mayor de la Gendarmería Nacional Argentina, presbítero Jorge Alberto Massut; el capellán mayor de la Prefectura Naval Argentina, presbítero Diego Julio Tibaldo; el capellán mayor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, presbítero Rubén Darío Bonacina; el rector de la catedral castrense, presbítero Diego Pereyra; y demás capellanes de las distintas Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad Nacional.
Asistieron el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Bari del Valle Sosa; el Jefe del Estado Mayor General del Ejército, general Claudio Ernesto Pasqualini; el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, almirante José Luis Villán; el Jefe de la Prefectura Naval Argentina, prefecto general Eduardo René Scarzello, y oficiales y suboficiales de las fuerzas armadas y de seguridad nacional.
"Este es un acontecimiento muy importante para la vida de la Iglesia Diocesana Castrense -expresó monseñor Olivera-, porque el Obispo confía a capellanes el acompañamiento, a modo de Decanos, de la tarea pastoral en cada una de las fuerzas", y agregó: "Esta celebración pone de manifiesto la realidad de nuestra Iglesia Diocesana Castrense, nuestra verdadera identidad como Iglesia personal, puesto que no está ligada a un territorio, como lo están las demás diócesis. Nuestra diócesis es el corazón de cada uno de los integrantes de cada Fuerza junto a sus familias".
"Ser capellán mayor -señaló-, es un llamado de la Iglesia para ser mejores servidores del pueblo colaborando con el Obispo en este servicio, ya que un capellán mayor debe ser animador de los sacerdotes, animador de la evangelización, animador del servicio, para que el Evangelio sea más y mejor conocido en toda nuestra familia castrense, en toda nuestra diócesis y en todas nuestras Fuerzas".+