Mediante un decreto el obispo diocesano de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, asignó la categoría de parroquia a la capilla Nuestra Señora de los Trabajadores, que hasta ahora pertenecía a la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el populoso barrio de Caraza, en Lanús oeste.
Mediante un decreto el obispo diocesano de Avellaneda-Lanús,
monseñor Rubén Oscar Frassia, asignó la categoría de parroquia a la capilla Nuestra Señora de los Trabajadores, que hasta ahora pertenecía a la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el populoso barrio de Caraza, en Lanús oeste.
Para cumplir con las funciones de primer párroco nombró al presbítero Adrián Marzilli, quien se desempeñaba como vicario parroquial.
Monseñor Frassia estableció formalmente la parroquia y dio la posesión canónica de Nuestra Señora de los Trabajadores al presbítero Adrián Marzilli, en una celebración eucarística que presidió el sábado 16 de febrero a las 18 en el templo parroquial ubicado en Oliden 4329, Caraza.
Homilía de monseñor Frassia
"Es una alegría muy grande para mí, haber podido completar históricamente que esta comunidad pudiera ser parroquia", manifestó monseñor Frassia en la homilía de la misa inaugural.
"Es un regalo que Dios nos hace, a ustedes que se lo merecen, a la Iglesia diocesana que tendrá una parroquia más, por la importancia de tener un párroco, y por la importancia de esta comunidad que fue creciendo a lo largo de los años".
Luego monseñor Frassia historió rápidamente el camino recorrido hasta este realidad parroquial de hoy: "Esta capilla pertenecía a la diócesis de Lomas de Zamora; en ese entonces dependía de la comunidad madre, la parroquia San Judas Tadeo, de Lanús; después pasó a depender de la parroquia de San José de Pompeo y últimamente de Nuestra Señora de Fátima. Ahora, esta capilla Virgen de los Trabajadores, es la parroquia Nuestra Señora de los Trabajadores, con sus dos capillas dependientes: Virgen de los Desamparados y Virgen del Milagro".
Tras recomendar que esta nueva parroquia constituya una comunidad que rece y que se alimente de los sacramentos, expresó que "una comunidad que reza y trabaja, no en vano llevan el nombre de Nuestra Señora de los Trabajadores, debe trabajar por el Reino, trabajar por la Iglesia, trabajar por las comunidades, trabajar por las familias, trabajar por los que están solos y abandonados, por los que son más frágiles: los pequeños, los ancianos, los que se drogan, los que se emborrachan, los que viven mal, los que roban, los que están presos y tantas cosa que van lastimando nuestro tejido social, institucional, familiar y eclesial. Sin embargo es importante trabajar por el Reino, buscando siempre la presencia de Dios y Dios nos empuja a que Él se haga presente en el corazón de los demás".
Con la erección de Nuestra Señora de los Trabajadores, la diócesis de Avellaneda-Lanús cuenta ahora con 51 parroquias.+
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