En su reflexión sobre las lecturas bíblicas del domingo 17 de febrero, monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, acudió a sus habituales "tres puntitos". De este modo, optó por los términos "elegidos", "felices" y "ay", para predicar sobre el relato evangélico de Lucas en las Bienaventuranzas
En su reflexión sobre las lecturas bíblicas del domingo 17 de febrero,
monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, acudió a sus habituales "tres puntitos". De este modo, optó por los términos "elegidos", "felices" y "ay", para predicar sobre el relato evangélico de Lucas en las Bienaventuranzas
"Detengámonos en este Cristo orante que de forma solemne toma contacto con tres ?círculos? de personas: la multitud, dentro de ella sus discípulos, dentro de los discípulos sus apóstoles", dijo antes de desarrollar los tres puntos
Llamados y ?elegidos?
Monseñor Mestre comenzó recordando la elección de Jesús sobre sus doce apóstoles e invitó a la comunidad a "sentirse profundamente identificada": "Soy y somos los elegidos del Señor. No somos frutos del azar, no somos un gran conjunto de células, no somos tampoco fruto de los avatares de nuestra buena o mala historia de vida personal y familiar. Dios nos pensó, nos llamó a la vida y a la existencia y nos eligió y elije de manera particular", aseguró el obispo.
"Redescubrir esto en clave espiritual en el camino de la vida nos debe liberar de toda sensación de despersonalización, indiferencia o masificación, tan presente en algunos espacios de nuestra cultura contemporánea. Dios nos elige asumiendo, respetando y purificando nuestra propia historia", completó monseñor Mestre.
?Felices? en el Señor
En el segundo punto, el obispo marplatense retomó el "núcleo de las bienaventuranzas", donde está el llamado a la santidad, lo cual "consiste en ser felices, poniendo nuestra confianza en Dios", indicó. Es que la felicidad, continuó diciendo, "es más que un estado de ánimo, es más que algarabía o diversión, es más que expresión exterior. Ser felices en el Señor significa encontrar en Él la raíz profunda del sentido de nuestra vida", aseguró el prelado.
La misma raíz que "da sentido a todas las felicidades humanas e históricas que Dios y la vida nos regalan", es también la felicidad en la que "podremos purificar, transformar y dar sentido a los dolores y sufrimientos que son parte inexorable de la vida", agregó.
¡?Ay? de ustedes!
Las bienaventuranzas de Lucas, a diferencia de las de Mateo, concluyen con cuatro "Ay", que en el trasfondo oriental antiguo y en el marco bíblico era una expresión usada en los ritos fúnebres: denota un sentido de tristeza y muerte. "Es la situación de los ricos y satisfechos que no ponen en Dios su confianza y no han sido capaces de mirar en su entorno para socorrer al hermano pobre y necesitado", sostuvo monseñor Mestre. "Ay de ustedes dice el Señor a los que, cerrados en sí mismos, no se abren al misterio de Dios y de los hermanos, los que viven en una constante autorreferencialidad como nos recuerda tantas veces el papa Francisco. Los que viven en esta situación, aunque rían y sean elogiados por el mundo, están muertos en vida", explicó al concluir el obispo de Mar del Plata.+