Con la presencia del obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, los seminaristas de la diócesis finalizaron la convivencia anual de verano en la estancia La Tierra, próxima a la localidad de Tres Algarrobos en el partido de Carlos Tejedor, provincia de Buenos Aires.
Con la presencia del obispo de Nueve de Julio,
monseñor Ariel Torrado Mosconi, los seminaristas de la diócesis finalizaron la convivencia anual de verano en la estancia La Tierra, próxima a la localidad de Tres Algarrobos en el partido de Carlos Tejedor, provincia de Buenos Aires.
La estancia La Tierra -donde se desarrolló la semana de convivencia del domingo 3 al viernes 8 de febrero-, tiene un gran valor histórico y espiritual. El campo pertenece a la familia Balviani, que fueron los donantes de la magnífica iglesia de Tres Algarrobos y también del colegio San José de esa localidad. Se trata de una estancia centenaria que fue visitada por San Luis Orione en su viaje a nuestro país.
Entre las actividades del encuentro se destacaron la misa diaria, momentos de reflexión y meditación, y otros de deporte y esparcimiento. "Fue un tiempo propicio para compartir experiencias y expectativas sobre el camino de la vocación", indican desde la diócesis.
Actualmente los seminaristas de Nueve de Julio proceden de diferentes localidades de los 17 municipios que conforman la diócesis. Hay tres que son oriundos de la pequeña localidad de Roberts: dos hermanos mellizos, Juan Eduardo y Juan Miguel Carreras y Atilio Morales. Mientras que otros son de Nueve de Julio: Ignacio Balle, Tomás Dellapenna.
Eleazar Alvarez Leiva, de América; Gonzalo Macías, de Lincoln; Ignacio Medina, de Trenque Lauquen; Matías Micucci, de Villegas; Guillermo Montoya, santiagueño, vivió en Norberto de la Riestra y tras hacer una experiencia pastoral en la ciudad de América decidió ingresar al seminario. Axel Olmedo y Alejo Landaburo son bragadenses; Pablo Pavón es el más joven de todos, proviene de la localidad de Baigorrita y por último José Pedraza, oriundo de Henderson, que antes de ingresar al seminario era agente de la policía de la provincia.
Antes de la convivencia los seminaristas diocesanos habían realizado una semana de misión en el barrio Ampliación Urbana de Trenque Lauquen.
Los días de descanso, discernimiento y convivencia, sirvieron para acrecentar sus vínculos comunitarios, con el obispo y los sacerdotes de la diócesis. En efecto, varios sacerdotes se acercaron a compartir por lo menos algún momento con los seminaristas.
Por otra parte el encuentro fue propicio para que los futuros sacerdotes puedan conversar personalmente con el obispo y de esa manera establezcan un vínculo más cercano y fraterno con él. Además fue una excelente oportunidad para hablar sobre sus experiencias y expectativas sobre el camino de la vocación.
Monseñor Ariel Torrado Mosconi animó a los seminaristas a ser generosos y entregar sus vidas sin reservas, sabiendo que la felicidad del sacerdote está en darse sin medida por el pueblo de Dios que un día les va a ser encomendado. +