El domingo 17 de febrero el obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Rubén Frassia, compartió sus reflexiones sobre el Evangelio leído en ese domingo. En esta ocasión se refirió a las bienaventuranzas según el evangelista San Lucas, de las que dijo que son "un anuncio que transforma al mundo".
El pasado domingo, 17 de febrero, como lo hace todos los domingos, el obispo de Avellaneda-Lanús,
monseñor Rubén Oscar Frassia, compartió con su comunidad diocesana y a través del programa radial Compartiendo el Evangelio con los fieles del conurbano, sus reflexiones sobre el Evangelio leído ese domingo. En esta ocasión se refirió a las bienaventuranzas según el evangelista San Lucas, de las que dijo que son "un anuncio que transforma al mundo".
Tras la lecturas del texto evangélico, monseñor Frassia comenzó diciendo: "Estas son las bienaventuranzas en las que el Señor bendice y alaba a los pobres, a los que tienen hambre, a los que lloran, a los perseguidos; y estas no son realidades simplemente sociales o estáticas donde se pretende que la gente sea pobre, sea hambrienta, que llore, que sea perseguida, sino que estas cosas pasan, son dinámicas, pero Dios habla más cercanamente a nosotros desde estas realidades. Porque el pobre puede abrirse a Dios, el que tiene hambre reconoce su necesidad, los que lloran expresan su sufrimiento y los perseguidos por su nombre, o se fortalecen o se quebrantan. Son realidades dinámicas y no estáticas.
Y añadió: "Estas bienaventuranzas constituyen un anuncio que transforma el mundo, pero este anuncio, que es de Cristo, es tergiversado, porque muchas veces hablamos de los pobres para usarlos, otras para "salir en la foto." Pero las realidades se transforman desde adentro, de lo más profundo. Y lo más profundo es que el Señor quiere que seamos felices a través de las bienaventuranzas".+