Las Obras Salesianas siguen apostando por la justicia y la paz en Venezuela
- 13 de febrero, 2019
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Caracas (Venezuela)
"El venezolano, es alegre y entusiasta por cultura, pero se ha convertido en una persona triste, temerosa y desconfiada, sin sueños", afirman con tristeza a la Agencia de Noticias Salesianas, tanto el obispo salesiano, monseñor Jonny Eduardo Reyes Sequera, vicario apostólico de Puerto Ayacucho en la zona amazónica de Venezuela como el padre Rafael Andrés Borges SDB, párroco en Caracas. "Hoy, el venezolano no vive, sino que sobrevive", pero manifiestan al mismo tiempo "esperanza y confianza en una solución pacífica".
Hoy, el venezolano no vive, sino que sobrevive, reconocen con tristeza tanto el obispo salesiano, monseñor Jonny Eduardo Reyes Sequera, vicario apostólico de Puerto Ayacucho en la zona amazónica de Venezuela como el padre Rafael Andrés Borges SDB, párroco en Caracas.
Ambos salesianos relataron a la Agencia de Noticias Salesianas la dura realidad que atraviesa el país: "La necesidad, que abarca el hambre, la falta de agua o los continuos cortes de luz, entre otras muchas carencias cotidianas, se impone a la política en esta Venezuela convulsa.
Desde la parroquia de Caracas, el padre Borges señaló: "Venezuela atraviesa una fase muy dolorosa en su historia nacional, son veinte años de fracasos sociales pesados, causados tanto por una grave confusión política, con una práctica de la democracia muy frágil, como por un grave debilitamiento moral. Estos elementos constituyen un terreno fértil y negativo para el aumento de algunos ?virus? que enferman la vida social venezolana.
En primer lugar, un desánimo generalizado que ahora domina en la conciencia del ciudadano. El venezolano, es alegre y entusiasta por cultura, pero se ha convertido en una persona triste, temerosa y desconfiada, sin sueños".
"La anarquía es otra de las ´enfermedades´ que nos han golpeado: por el momento hay dos casos de gobernabilidad, el previsto por la Constitución del país y el que trata de imponerse a un régimen usurpador. La situación actual transmite patrones de comportamiento peligrosos: como si la falta de respeto fuera la práctica a seguir en todo. La anarquía se viste de arrogancia y violencia. Todo va de la mano con la corrupción como modus operandi en todos los ámbitos de la vida nacional".
"En este difícil contexto social, político y económico ?continúa el padre Rafael? la Familia Salesiana de Venezuela afronta el reto de seguir apostando por la justicia y la paz en la democracia. Las limitaciones en materia de seguridad financiera y social no nos han impedido hacerlo", concluyó.