Isaías, Pablo y Pedro, junto con nosotros, "somos invitados a dar testimonio en el mundo de que Dios es el único que puede dar sentido pleno a nuestra vida y que por lo tanto vale la pena seguirlo", expresó monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, en su reflexión del domingo 10 de febrero. "Misericordia", "anunciadores" y "programa", fueron las tres palabras que guiaron su reflexión.
Al reflexionar con el Evangelio del domingo 10 de febrero,
monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, propuso tres ideas enmarcadas en tres palabras: "misericordia", "anunciadores" y "programa". Resulta interesante destacar como los tres personajes de los textos bíblicos: Isaías (primera lectura), Pablo (segunda lectura) y Pedro (Evangelio) ayudan con su vida, vocación y testimonio: "Ellos tres y nosotros somos invitados a dar testimonio en el mundo de que Dios es el único que puede dar sentido pleno a nuestra vida y que por lo tanto vale la pena seguirlo".
?Misericordia?: encuentro de la miseria del ser humano con el amor de Dios
Los tres personajes que aparecen en los textos bíblicos tienen una fuerte experiencia de misericordia de Dios: "Isaías confiesa su miseria al sentirse perdido y ser un hombre de labios impuros; Pablo capta su miseria cuando se siente el último y no se considera digno de ser llamado apóstol; y Pedro descubre su miseria y confiesa con temor que es un pecador", explicó el obispo de Mar del Plata.
Sin embargo, los tres "quedan transformados totalmente por el poder de Dios", admitió monseñor Mestre. "Esto es misericordia: presentar a Dios nuestra miseria para que Él pueda obrar en nuestras vidas conforme a su santa voluntad", explicó.
Renovados por Dios llamados a ser ?anunciadores? del Reino
Asimismo, nuestros protagonistas de la liturgia del domingo, al quedar "renovados por Dios", se convierten en "anunciadores del Reino". Dice la voz del Señor: "¿a quién enviaré?", y dirá Isaías: "¡aquí estoy, envíame!"; Pablo, por su parte transmite el núcleo central de la fe: "el primer anuncio de la salvación (kerigma) como él mismo lo recibió: Cristo murió por nuestros pecados"; mientras que Pedro, "recibe el encargo de Jesús de ser pescador de hombres".
"Ellos tres y nosotros somos invitados a dar testimonio en el mundo de que Dios es el único que puede dar sentido pleno a nuestra vida y que por lo tanto vale la pena seguirlo", manifestó el prelado. De este modo, invitó a la comunidad a redescubrirse "enviados, anunciadores del kerigma y verdaderos pescadores de hombres". Pero aclaró que esto "no se trata de ganar adeptos, sino de ser anunciadores invitando a todos los seres humanos a hacer experiencia de encuentro con el Dios misericordioso y dejarse llevar por su proyecto".
Navegar mar adentro y echar las redes: un verdadero ?programa? de vida
Monseñor Mestre describió como una "doble experiencia" el hecho de "dejarse transformar por Dios" y "ser su instrumento para la transformación del mundo". Pero aquí se debe asumir una "actitud de profunda de fe", porque "las palabras de Jesús son un verdadero programa de vida". La invitación de Jesús a los discípulos de "navegar mar adentro y echar las redes" supera todo "cálculo humano", ya que "si en la noche no había pique menos se iba a dar a la mañana". Pero Pedro obedeció el llamado y asimismo nosotros debemos "asumir el programa" que el Señor propone "en las realidades que tenemos que afrontar: lo bueno y lo malo, lo gozoso y lo doloroso", sostuvo monseñor Mestre.+