Como cada día 28, la comunidad parroquial de Nuestra Señora del Rosario, en la localidad bonaerense de Suipacha, rezó por la pronta beatificación de la venerable Madre Leonor Maturana, al celebrarse un nuevo aniversario de su fallecimiento. La monja carmelita dejó un ejemplo de santidad en el pueblo bonaerense durante los últimos 18 años de su vida, trabajando para "salvar muchas almas para Dios".
La comunidad parroquial de Nuestra Señora del Rosario, en la localidad de Suipacha, perteneciente a la arquidiócesis de Mercedes-Luján, celebró una misa el pasado lunes 28 de enero, al recordarse un nuevo aniversario de fallecimiento de la venerable Madre Leonor Maturana y en oración por su pronta beatificación.
Así lo hacen cada 28 de mes, honrando la memoria de la monja carmelita que dejó un ejemplo de santidad en el pueblo bonaerense en los últimos 18 años de su vida, entre 1913 y 1931, cuando falleció un 28 de enero. Presidió la Eucaristía el padre Tomás O?Donnell SAC, en presencia de una gran convocatoria de fieles.
Perteneciente a la Orden de las Carmelitas de la Caridad Vedruna, la Madre Leonor Maturana trabajó para "salvar muchas almas para Dios". Quienes la conocieron aseguran que su espiritualidad está resumida en la frase: "Quisiera hacerme pedazos para que el mundo entero siguiera a Jesucristo".
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Los avances en la causa hacia la canonización
La causa de canonización de la Madre Leonor Maturana fue iniciada en 1953. En diciembre de 1993, el papa San Juan Pablo II la declaró venerable, por vivir las virtudes del Evangelio en grado heroico.
En la actualidad la Congregación de Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna (CCV) junto con un grupo de laicos devotos trabajan para propagar su obra. El joven Manuel Asenzo, colaborador en la causa, conversó con
AICA sobre los avances del proceso canónico: "En el último tiempo se han presentado muchos testimonios de gracias concedidas", aseguró.
"Estamos en proceso de difusión de su vida y obra para hacerla conocida como ejemplo de santidad para todos", manifestó. "El año pasado colocamos cuadros de Leonor en varias parroquias de la zona. Ofrecemos una charla en la que damos a conocer su historia y camino de santidad, y llevamos estampas a todas las comunidades", relató el joven. El 17 de febrero llevarán un cuadro a la parroquia San Cayetano de Luján; mientras que el 16 de marzo, a la comunidad Virgen de la Paz, de Merlo.
"El logro que se consiguió en 2018 fue el nombramiento de Flor María de Álvarez, Mercedaria de Bérriz, como postuladora de la causa de canonización en Roma, quien fue también postuladora de su hermana gemela, beata Pilar Maturana, fundadora de las hermanas Misioneras Mercedarias de Bérriz", indicó Asenzo.
Se puede conocer más de su historia y solicitar estampas y medallas, a través de su
página de Facebook y de su
canal de YouTube. El joven Asenzo, que además es cantautor de canciones católicas, compuso una pieza musical dedicada a la venerable Madre Leonor. "Enséñame Leonor", relata vida y obra de la carmelita, e invita a los fieles a invocar la intercesión de la religiosa.
El circuito que sigue sus pasos
La ciudad de Suipacha inauguró en marzo pasado un recorrido turístico-religioso con el nombre "Camino a la santidad", que sigue las huellas de la venerable española. Consta de seis estaciones en las que se relata la vida y legado de la religiosa en la localidad de Suipacha durante los 18 años que permaneció allí.
Desde la estación de trenes, que recuerda su llegada, pasando por las casas donde la religiosa vivió y el primer colegio fundado por las hermanas, también recorre la biblioteca popular y museo José Manuel Estrada, y culmina en la parroquia Nuestra Señora del Rosario, donde descansan sus restos.
Sobre la venerable Madre Leonor Maturana
"Nunca olvidaré las gracias recibidas en este pedazo de tierra argentina", escribió la carmelita, nacida en Bilbao, España, el 25 de julio de 1884, junto con su hermana gemela Pilar. En 1903 ingresó en el Instituto de Hermanas Carmelitas de la Caridad, en España.
En 1913, al conocer la iniciativa de la congregación de abrir nuevas fundaciones en América Latina, se ofreció como voluntaria, llegando a la ciudad de Suipacha, provincia de Buenos Aires, el 23 de abril de dicho año. Allí vivió los últimos 18 años de su vida, consagrada a la propagación de la fe, la educación de las niñas, ayuda a las misiones y el desarrollo de la cultura. Junto con sus hermanas de congregación fundaron, en mayo de 1913, el primer colegio para niñas, bajo la protección de Nuestra Señora del Carmen, recibiendo a las cinco primeras alumnas.
El 28 de enero de 1931, Leonor falleció en el Colegio Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en la ciudad de Buenos Aires, momentos después de haber recibido la Eucaristía.
Fue tanto el bien que la Madre Leonor hizo por Suipacha, que una vez enterrada en Buenos Aires, el pueblo por voluntad unánime la reclamó como algo suyo que le pertenecía, para tenerla y venerarla en el lugar más céntrico y sagrado, el atrio del templo parroquial. Fue así que el 28 de febrero de 1931 sus restos fueron trasladados a Suipacha, formándose una gran procesión desde la estación del ferrocarril hasta el templo parroquial a la que asistió todo el pueblo que la esperaba, además de las autoridades civiles y eclesiásticas.
Su manera de vivir el Evangelio, según el registro de cartas escritas con su hermana desde la llegada a la Argentina hasta su muerte, se basó en su apostolado misionero (devota de Santa Teresita de Lisieux), su cristocentrismo y su vida intensa de oración con sacrificios y penitencias. Su persona significó un "quiebre" para la comunidad de Suipacha desde el punto de vista religioso, cultural y educativo.
Oración para pedir una gracia por intercesión de la Madre Leonor Maturana.
Señor Jesucristo, tú que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, glorifica a tu sierva Leonor Maturana que supo gastar su vida en el sublime ideal de la salvación de las almas y por su intercesión danos,
Su tensión espiritual
Su fervor Misionero
Su celo apostólico
Su generosidad sin límites
Y la gracia que especialmente te pedimos...
(Pedido de gracia)
Para que con nuestra vida te demos la mayor gloria.
Amén.+