Goya rezó por las familias afectadas en las inundaciones
- 22 de enero, 2019
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Goya (Corrientes) (AICA)
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, presidió una misa por las familias afectadas por las inundaciones, y para pedir a Dios que cesen las lluvias en el litoral argentino. La celebración fue el domingo 20 en la catedral Nuestra Señora del Rosario. Participaron el intendente municipal, Ignacio Osella y el viceintendente Daniel Ávalos, funcionarios comunales, integrantes del equipo diocesano de Cáritas y fieles en general.
La comunidad diocesana de Goya pidió este domingo a Dios que cesen las lluvias y rezó especialmente por las familias afectadas por las inundaciones, en una misa presidida por el obispo, monseñor Adolfo Ramón Canecín, en la catedral Nuestra Señora del Rosario.
La misa fue concelebrada por el vicario general emérito, presbítero Tomás Von Schulz. Asistieron a la celebración el intendente municipal, Ignacio Osella y el viceintendente Daniel Ávalos, funcionarios comunales, integrantes del equipo diocesano de Cáritas y fieles en general.
En su homilía, el prelado llamó a "articular redes" para el bien común y pidió perdón por la falta de "conversión ecológica" tan necesaria, recordando que "somos administradores y cuidadores de la creación". Asimismo pidió perdón a los pobres, que consecuentemente son los más afectados.
El obispo reflexionó en primer lugar sobre el Evangelio proclamado, resaltando el versículo final del pasaje que relata las Bodas de Caná: "Dios se manifestó y los discípulos creyeron en Él". En ese sentido destacó que "Dios se manifiesta para despertar la adhesión a través de la fe. Eso es lo que el Señor quiso y quiere, esta es la voluntad del Padre, que conozcan y crean en el Hijo único que es Camino, Verdad y Vida".
"Este lenguaje nupcial de alianzas y de bodas es una expresión bíblica muy buena, que nos muestra la expresión de la alianza de amor de Dios con la humanidad, es decir, alianza de Cristo con la Iglesia", detalló. "Desde que Dios se manifestó en Cristo, tenemos que centrar todo: el alma, la mente y el corazón en Jesucristo, porque no hay otro nombre dado a los hombres donde encontrar la salud del alma, mente y del cuerpo" sostuvo. "Dios se manifiesta acrecentando nuestra fe" para que desde allí, "podamos adherir nuestras vidas a Jesucristo, el Señor", añadió.
En segundo lugar, destacó a la Santísima Virgen María, expresando que "ella nos dio su testamento y fueron las últimas palabras que dijo: ´Hagan todo lo que él les diga´, por eso, tengamos en cuenta que la auténtica devoción mariana y la religiosidad popular a la Virgen y a los santos, como otras expresiones de piedad popular que tenemos en nuestros pueblos, siempre tiene que llevarnos a Jesucristo", aseguró, animando a que la devoción mariana de los pueblos sea "siempre cristocéntrica".
Finalmente, el prelado hizo referencia a la situación actual del Nordeste Argentino afectado por tantas lluvias y, que trae consecuentemente varias familias inundadas, señalando que "las circunstancia que estamos viviendo y que hemos vivido tantas veces en otros momentos de nuestra historia, pone de manifiesto una capacidad que tenemos como pueblo, sean los ciudadanos o las instituciones; cómo se conjugan las capacidades, las iniciativas personales, de las Iglesias y de las instituciones intermedias, del gobierno nacional, provincial o municipal, es decir, se conjugan fuerzas para salir a dar respuestas ante la emergencia", advirtió.
"Qué lindo que esta capacidad no solo aparezca en las emergencias", consideró el obispo y añadió: "Qué lindo sería que en lo cotidiano de nuestras vidas seamos capaces de articular acciones, armar redes por el bien común de nuestra sociedad" insistiendo en la "necesidad de articular redes buscando el bien común".
Monseñor Canecín pidió que cada institución desde su identidad realice una actividad en forma articulada, para salir al encuentro del bien común. "Hoy tenemos una situación de emergencia, pero, qué lindo seria que aunque no tuviéramos emergencias o catástrofes, seamos capaces de articular redes y buscar un desafío de un tema común", reiteró, poniendo de ejemplo el problema vial y llamando "buscar entre todos cómo dar respuestas".
"En esta circunstancia se despierta la solidaridad y a los cristianos nos brota ser solidarios, por el afecto, la oración y nos lleva a compartir los bienes. Qué lindo que la solidaridad se haga un detalle cultural, no sólo en la emergencia y así tener un permanente ejercicio de la solidaridad, para encarar distintos desafíos", sostuvo.
"No vivamos fragmentados ni enfrentados, porque que estamos llamados a vivir la cultura del encuentro", concluyó el prelado. Finalmente, hizo llegar "su cariño y cercanía, sobre todo a las familias de las zonas rurales (inundadas) o zonas de islas. Que la solidaridad que hoy ejercitamos y que brota a flor de piel se acreciente y acentúe para que podamos tener una cultura solidaria permanentemente", deseó.+