Monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, dio la bienvenida a los turistas que visitan la diócesis en la temporada de verano: "Mientras descansan en los campos, sierras y costas del sudeste de la provincia de Buenos Aires son realmente parte de esta Iglesia particular de Mar del Plata", les dijo.
"Mientras descansan en los campos, sierras y costas del sudeste de la provincia de Buenos Aires son realmente parte de esta Iglesia particular de Mar del Plata", dijo a los turistas el obispo de Mar del Plata,
monseñor Gabriel Mestre, al dar la bienvenida a la cantidad de familias de todo el país que se acercan para pasar unos días de descanso.
Les aconsejó que, según la carta de San Pablo a los Gálatas, "qué bueno si en este tiempo de merecidas vacaciones junto a la familia y los amigos también se animan a renovar su vida espiritual siguiendo el consejo de Pablo: dejarnos conducir por el Espíritu".
Monseñor Mestre mencionó las tentaciones que pueden ocurrir en las vacaciones como "aturdirse con realidades que no son tan constructivas"; y, en cambio, recomendó asistir a misa, a la adoración en el Sagrario, a la lectura orante de la Escritura y a la confesión sacramental. "Todo esto acompañado por la belleza de la creación que nos circunda: colinas, playas, vegetación, sol, viento, lluvia y tantas otras maravillas que nos habla de la grandeza de nuestro Dios y Señor", añadió.
Al finalizar, destacó: "es un gusto recibirlos, siéntase en casa porque la Diócesis de Mar del Plata es también la casa de ustedes", y bajo la protección de la Santísima Virgen, pidió la intersección de Dios Uno y Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo.+