El obispo de Santa Rosa, monseñor Raúl Martín, ordenó diácono al seminarista Diego Javier González. La celebración tuvo lugar en el colegio parroquial de Realicó, y convocó a gran parte de la comunidad, que acompañó este momento de gracia para la diócesis.
Un gran número de fieles se congregó el 15 de diciembre en el colegio parroquial de Realicó para asistir a la ordenación diaconal de Diego Javier González. La celebración tuvo el lema "Si conocieras el don de Dios?" y fue presidida por el obispo de Santa Rosa,
monseñor Raúl Martín.
En su homilía, el obispo destacó el lema elegido por el diácono: "Estas son las palabras que surgen del episodio que nos narra el Evangelio, donde el mismo Jesús, el Agua Viva, pide agua a la samaritana que encuentra junto al pozo. Aquel encuentro, que como muchos y siempre, encuentran a la miseria frente a la misericordia", expresó.
"Representa tanto, y en pocas palabras, nuestra realidad y pequeñez ante el inmenso don de encontrarnos con Jesús, y de ponernos en su lugar para servir en su nombre a nuestro Pueblo. Expresa el barro de lo que somos, frente al regalo de su gracia y el tesoro que se nos confía y nos transforma", aseguró.
"Si conocieras el don de Dios, si supieras lo que es el don de Dios,?, y agrega Jesús, y ?quien te pide, tú misma le pedirías, y él te habría dado agua viva?", recordó el obispo. "Si conocieras quien te llama, si conocieras el regalo que Él te da, si supieras quien te mira con ternura, si supieras quien te invita a servir. Si conocieras lo que es el amor, si conocieras lo que el mismo Dios promete, si conocieras lo que es cargar su yugo suave. Si supieras lo que es dejarlo todo para ganarlo todo. Tú mismo se lo pedirías", añadió.
"Como Bartimeo, aquel mendigo ciego al borde del camino. Escuchaste también, ?levántate, Él te llama?. Se levantó de un salto, tiró su poncho y fue a su encuentro. ?¿Qué querés que haga por vos??. ?Señor, haz que vea?... Y una luz llenó su corazón antes que se abrieran sus ojos. Y lo siguió por el camino", recordó.
Dirigiéndose al nuevo diácono, el prelado afirmó: "El Señor sale a tu encuentro porque quiere abrir tu corazón para hacerte capaz de experimentar la alegría del que ama y que se entrega. Él es quien quiere compartir su yugo contando con vos. Él es quien te dice: ?Quiero necesitarte para que anuncies conmigo, para que busques conmigo, para que bendigas conmigo, para que bautices, para que sanes, para que rías y llores conmigo?. Él quiere contar con vos, para hacerte capaz de lavar los pies de tus hermanos".
"Mirando con infinito amor a aquella mujer samaritana, que mira aún con desconcierto, le arranca un pequeño acto de fe. ?Dame Señor de esa agua, que aún no alcanzo a comprender, para que nunca más tenga sed?", destacó el obispo.
"Esos ojos, esa mirada de Jesús, vuelven a abrazarte Diego con ternura para detenerte junto al pozo de una vida que hay que gastar para que otros la tengan. Vida que sólo vale si se entrega, cuando descubrimos su mirada que nos llama y nos invita a ser nosotros, como aquella mujer, aquel mendigo, y tantos otros, para atrevernos a decirle en voz tan baja, casi en silencio, ?aquí estoy, contá conmigo?", continuó.
"Recordá siempre aquel primer encuentro que hizo arder tu corazón, y aquel encuentro donde te animaste a decirle?, ?Pero Jesús, qué más querés que haga, cómo puedo seguirte más de cerca, si aún no llego a comprender lo que me pasa, si aún hay temores en mi corazón, si reconozco la fragilidad por mis pecados?, y a pesar de esto, escuchaste tanto amor hecho suave susurro? ?Si conocieras Diego, quién te llama?? y te animaste a responder como Pedro, ?Señor, vos sabés que te quiero?", animó.
Finalmente, dirigiéndose a los fieles, dijo: "Llegando ya pronto la Navidad, el Señor se hace regalo anticipado para el pueblo pampeano, en este hermano nuestro, amado y elegido por Él para servicio de toda la Iglesia".
"Diego será ordenado diácono. El don del Espíritu Santo, lo fortalecerá para que ayude al Obispo y a su presbiterio, anunciando la Palabra de Dios, actuando como ministro del altar, cumpliendo el ministerio de la caridad, y obrando y viviendo de tal manera que lo reconozcan como discípulo del Señor, que no vino a ser servido sino a servir", señaló.
"Querido Diego, que a ejemplo de María, la Servidora de Dios por excelencia, te entregues con alegría al servicio de todos, y Santa Rosa, nuestra Patrona, te muestre con el testimonio de su vida, de oración y entrega a los más pequeños y necesitados, el Tesoro de su corazón", culminó.+
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