Con motivo de la Navidad que se aproxima, el obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, envió una carta pastoral a los fieles, con el título "El Misterio del hombre sólo se esclarece en el Misterio del Verbo encarnado".
El obispo de Goya,
monseñor Adolfo Ramón Canecín, envió a los fieles una carta pastoral con motivo de la Navidad, titulada "El Misterio del hombre sólo se esclarece en el Misterio del Verbo encarnado". En el comienzo de su carta, el prelado cita el libro del profeta Isaías: "El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz".
"Esta afirmación del profeta, dicha hace muchos siglos y en circunstancias particulares del Pueblo de Israel, encuentra plena aplicación y vigencia en nuestros días", afirmó, y explicó, por empezar, la frase "El pueblo que caminaba en las tinieblas". En ese sentido, reconoció que "densas y oscuras tinieblas se ciernen hoy sobre muchas personas, pueblos y la humanidad toda; cegando, obstaculizando y en algunos casos impidiendo al hombre: abrirse, descubrir, reconocer y valorar".
"Abrirse a la trascendencia, descubriendo y experimentando el amor de Dios como Padre, reconociéndonos sus hijos. Descubrir la identidad, el sentido y la vocación plenamente humana de varón y mujer, con la que fue llamado y bendecido por Dios al ser ?su imagen y semejanza?. Reconocer la misma naturaleza humana, común a todo hombre, llamado a vivir como familia humana, donde todos somos hermanos. Valorar la Creación como la "casa común" que debemos cuidar y administrar, pensando que los bienes de la tierra tienen un destino universal para todos los hombres, de hoy y de las futuras generaciones hasta el fin de los tiempos", detalló.
En segundo lugar, explicó: "Ha visto una gran luz", y citando el Evangelio de San Juan, expresó: "La Palabra-el Verbo era la luz verdadera que al venir a este mundo ilumina a todo hombre". En ese sentido, añadió: "El que nace en un pesebre y es la Navidad declara: ?YO SOY la luz del mundo?. Como cristianos, discípulos-misioneros de Jesucristo, estamos llamados a vivir y a caminar en la luz: ?El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida?. ?Dios es luz, y en Él no hay tinieblas? Si caminamos en la luz, como Él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros?. ?El que dice que está en la luz y no ama a su hermano, está todavía en las tinieblas. El que ama a su hermano permanece en la luz y nada lo hace tropezar. Pero el que no ama a su hermano, está en las tinieblas y camina en ellas, sin saber adónde va, porque las tinieblas lo han enceguecido?", recordó.
Finalmente, desarrolló la frase "Y la Palabra-Verbo Luz- se hizo carne y puso su morada entre nosotros". La Virgen María, destacó, "acompañada por la obediente, fiel, valiente y silenciosa cercanía de San José, hizo posible la entrada de la luz en el mundo y en la historia y nos la ofrece a todos y a cada uno, para ?esclarecer nuestro misterio?, capacitándonos a vivir como hijos en el Hijo de Dios; hermano de todos los hombres, en una armoniosa relación de señorío consigo mismo y como cuidadores y administradores de la casa común".
"¡Recibamos la Luz! ¡Compartamos la Luz! ¡Vivamos y caminemos sinodalmente como hijos de la Luz! ...pues el ?misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado?", concluyó monseñor Canecín, deseando a la comunidad una Feliz Navidad y un Fecundo Año Nuevo 2019.+