"No hay que transar con la corrupción, incluso con las pequeñas cosas", aseguró el arzobispo de Córdoba, Monseñor Carlos Ñáñez en su homilía dominical desde la parroquia de barrio Guiñazú, al norte de la ciudad de Córdoba. Y advirtió que este delito "siempre termina perjudicando a los más pobres".
"No hay que transar con la corrupción, incluso con las pequeñas cosas", aseguró el arzobispo de Córdoba,
Monseñor Carlos Ñáñez en su homilía dominical desde la parroquia de barrio Guiñazú, al norte de la ciudad de Córdoba.
"En la corrupción siempre intervienen dos: el que pide y el que da. No solo porque hay quienes del poder piden sino porque desde otra parte se acepta", aseveró.
El prelado afirmó que "la corrupción termina perjudicando a los más pobres" e insistió en un pedido: "No transar con la corrupción, incluso con las pequeñas cosas".
Asimismo, se refirió a la proximidad de las fiestas por la Navidad, al señalar que "son momentos de esperanza y es necesario saber que de la esperanza auténtica brota la alegría".
Monseñor Ñáñez felicitó a los feligreses de Guiñazú por "no haber sido indiferentes" ante las necesidades de los vecinos de Juárez Celman durante una toma de tierras reciente.
"Esta comunidad ha acudido a la necesidad", destacó, y agregó: "Se trata de compartir, no de dar una dádiva. No se trata de proceder con lástima a los que no tienen sino que comparto lo que me sobra".+