Tercer domingo de Adviento: Gaudete, alégrate
- 15 de diciembre, 2018
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Mar del Plata (Buenos Aires)
Los tres puntitos de monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, para el tercer domingo de Adviento, se centraron en "¿Quién es el Mesías?", "¿Qué debemos hacer?" y "¡Alégrense en el Señor!". Hizo referencia al relato de Juan el Bautista en el Evangelio, y recordó también la carta de San Pablo, "Alégrense siempre en el Señor".
"Al tercer domingo de Adviento se lo denomina Gaudete", recordó monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, en su reflexión dominical de este 16 de diciembre. El término, que se traduce del latín como "alégrate", es mencionado por San Pablo en la segunda lectura. El prelado tomó esta lectura y el relato de Juan el Bautista en el Evangelio para centrar sus habituales "tres puntitos".
¿Quién es el ´Mesías´?
Monseñor Mestre comenzó su reflexión explicando la historia de Juan: él sabía que era un "instrumento" del Mesías: "tenía bien en claro su identidad: no es el Salvador sino el que prepara los caminos para la venida del Salvador". Comparó entonces, las veces que los humanos, "tenemos la tentación de creernos ´el Mesías´", pensando así que nos podemos "salvar a nosotros mismos". Esto se traduce en la "autosuficiencia", en creer que "no necesitamos de Dios", la tentación de "creernos invencibles", lo cual se da muy a menudo en lo macro político y social, relató el prelado de Mar del Plata.
Sin embargo, "a la corta o a la larga la vida se encarga de devolvernos la mirada real: no somos el Mesías, no podemos salvar a nadie, ni a nosotros mismos", aclaró. De hecho, necesitamos de Dios para que "venga a salvarnos". "Esto es el Adviento y la Navidad", resumió monseñor Mestre.
¿´Qué debemos hacer?
Luego continuó con los tres grupos de personas que aparecen en el Evangelio y preguntan al Señor qué hacer, a los que Juan responde teniendo presente las situación particular de cada uno. "A los primeros los invita a ser desprendidos; a los segundos a regular la ambición, a desterrar la ambición desmedida; a los terceros a no abusar de su autoridad", explicó e invitó a hacerle esta pregunta a Juan el Bautista, según la situación de nuestra vida, para que nos indique: "¿qué debemos hacer?"
¡´Alégrense´ en el Señor!
En el último punto, el obispo marplatense recordó que al tercer domingo de Adviento se lo denomina Gaudete, traducido del latín como "alégrate". En coincidencia, la primera lectura, el salmo y la segunda lectura infunden un tono de alegría al camino del Adviento. San Pablo "nos exige la alegría pero poniéndonos en contacto con la única fuente auténtica de alegría que es la presencia gratuita de Dios en nuestra vida", aseguró.
"Ante la tentación ´mundana´ de buscar la felicidad en realidades pasajeras y transitorias, el Señor hoy irrumpe en nuestra vida recordándonos que Él es la raíz de la alegría auténtica y verdadera", sostuvo monseñor Mestre, y animó a la comunidad de Mar del Plata a que Dios esté "siempre primero como fuente de nuestra felicidad".+