En la reunión del Consejo Presbiteral del obispado castrense, encabezada por monseñor Santiago Olivera en la Casa San Juan Pablo II, de la ciudad de Buenos Aires, la diócesis expresó su preocupación por el no cumplimiento de los derechos humanos.
El obispado Castrense expresó su preocupación por el incumplimiento de los derechos humanos en el país. La afirmación surgió en la reunión de su Consejo Presbiteral que se encuentra reunido en la Casa San Juan Pablo II en la ciudad de Buenos Aires.
Participan de la reunión el presidente del Consejo Presbiteral del obispado castrense,
monseñor Santiago Olivera, junto con los miembros de oficio: monseñor Gustavo Fabián Acuña, presbíteros Alberto Edgardo Barda, Eduardo Castellanos, Diego Julio Tibaldo, César Tauro, Jorge Massut y Rubén Bonacina.
También se encuentran los miembros elegidos por el presbiterio: presbíteros Guillermo Conti, Alberto Pita, Francisco Roverano, Juan José Kosteki, Sergio Fochesato, Marcelo Mora y Daniel Díaz Ramos. Acompañan también los miembros elegidos por el obispo: monseñor Luis Eugenio Ferrari, y presbíteros Ricardo González y Marcelo Szyszkowky.
En primera instancia se exponía con suma preocupación el no cumplimiento de los derechos humanos, tema que fue ampliamente difundido, cuando el obispo hacía pública esta preocupación a través de una Carta de Lectores publicada por un conocido diario nacional. Esta vez, el pleno del Consejo Presbiteral Castrense debatió sobre esta situación, sobre la necesidad de poder comprender, como decía monseñor Olivera este año, que "la misericordia no excluye la justicia y la verdad".
En aquella nota, el obispo señalaba respecto de los derechos humanos: "Debemos pedir justicia con fuerza, coraje y valentía, porque muchos hermanos argentinos mueren en las cárceles o en sus domicilios sin condena. ¿Es esto justicia?".
Avanzando en la tarea del consejo, basado en el documento "La sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia", de la Comisión Teológica Internacional, el prelado animó a los miembros a debatir y trabajar respecto de la Iglesia Castrense que se desea construir. "Sabemos por la fe, que quien conduce a la Iglesia es el Espíritu Santo, por eso debemos ponernos siempre a la escucha del Espíritu y particularmente en este tiempo histórico. ¿Qué le dice el Espíritu Santo a la Iglesia Castrense?", preguntó.
"Cuando uno se prepara a dar un salto, vamos un poco para atrás y así uno puede tomar ese envión", ese ir para atrás, demanda un estudio minucioso de lo hecho, para luego avanzar con lo imprescindible, expresó. "Los invito por ello a mirar el pasado con espíritu constructivo e intentar ver y descubrir los signos de Dios, el paso de Dios por nuestra realidad eclesial castrense. Y como lógica compartida, descubrir lo que no fue de Dios, para no continuar en aquello que no es de Dios, y si es menester saber con humildad pedir sinceramente perdón".
De esta manera, e inspirados en las tantas veces en que el papa Francisco nos alienta en construir esa Iglesia que sea cercana, como lo plantea el mismo Concilio Vaticano II, los integrantes del Consejo Presbiteral trabaja en la Casa San Juan Pablo II. Allí se encuentran, construyendo esas bases de, Iglesia pobre para los pobres, Iglesia en salida, Iglesia cercana y misericordiosa. Iglesia, "Hospital de campaña". Iglesia de testigos. Iglesia que camina en comunión. Iglesia sinodal, caminando juntos.
También se está debatiendo respecto del camino sinodal con vistas a un futuro Sínodo Castrense, donde sin dudas se fundarán nuevos desafíos, desde donde se avanzará en pos de lograr esa Iglesia diocesana castrense cercana, humilde y presente.+